"Tendremos muchos obstáculos en el camino"
Hace dos meses y medio que Jorge Sampaio (67 años), ex presidente de Portugal, está empeñado en la tarea de impulsar la Alianza de Civilizaciones como Alto Representante de la ONU, para cuyo cargo fue nombrado el pasado 26 de abril por el secretario general, Ban Ki-moon. Hace unas semanas viajó a Turquía y ahora visita España, los dos países copatrocinadores del proyecto. Ya son 60 países y organizaciones los que se han sumado a la Alianza.
Pregunta. Usted abre una nueva etapa en un proyecto sobre el que hay cierto escepticismo. ¿Qué puede hacer la ONU?
Respuesta. El apoyo de la ONU da mucha solidez a la Alianza ante todos sus interlocutores. No queremos ser excluyentes, sino todo lo contrario, deseamos aglutinar a todos. Hemos detallado los proyectos y después de presentar el Plan de Acción al secretario general y al Grupo de Amigos ahora hay que preparar el Primer Foro, que se celebrará en España en enero.
P. ¿Qué impresión ha sacado en tan poco tiempo?
R. La reacción de todos con los que he hablado es muy positiva. Espero que pueda ser factor de coordinación, impulsor del diálogo para que los compromisos se hagan realidad. De aquí hasta enero, tenemos que proyectar políticamente a la Alianza.
P. Quizás me equivoque, pero creo que los países árabes no figuran entre los 60.
R. Eso no es correcto. En los planes que yo he hecho hay muchos países musulmanes.
P. Musulmanes, pero no árabes...
R. En los próximos meses, habrá más incorporaciones.
P. ¿Cómo evitar que la juventud árabe se sienta atraída por la llamada de grupos radicales, tipo Al Qaeda?
R. Ése es un trabajo a largo plazo. La idea fundamental sólo incide, de momento, sobre educación, medios de comunicación, juventud y migraciones. El grupo de expertos ha precisado áreas fundamentales para el futuro. Se tiene que fomentar la noción de lo que se está haciendo.
P. ¿Quizás todo esto sea una utopía?
R. Yo no lo veo así. Siempre necesitamos una dosis de utopía, porque si no caeríamos en un pesimismo total. Y no me parece bueno para las complejidades del mundo actual. Tendremos muchos obstáculos en el camino.
P. ¿Alianza como antídoto al choque de civilizaciones?
R. No. Es un elemento más para decir que es posible evitar ese choque, que no queremos. Vamos a ver si lo conseguimos.
P. ¿De qué manera la Alianza podría influir, por ejemplo, en el conflicto entre israelíes y palestinos?
R. Hay una parte que es totalmente política, en el sentido de que hay instituciones -el Cuarteto, etcétera- para hacer eso. La Alianza, sus parientes próximos, pueden hacer el trabajo preventivo en algunas ocasiones y convencer a la gente de que el diálogo es mejor que la pelea. Pero la Alianza no tiene vocación de sustituir a nadie en la solución política de un conflicto de esa gravedad. Puede dar indicaciones interculturales, intraétnicas, de cómo abordar cosas complicadas. Esa sí es su obligación.
P. ¿Igual con Irak?
R. No complique más las cosas, porque si no esto queda como una utopía total, y no es el caso.
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