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Reportaje:

La 'Libertad' hace escala en Cádiz

El buque escuela argentino visita por cuarta vez la capital gaditana en su nuevo periplo

El teniente de fragata Jorge Alberto Daniel Devoto fue arrojado al mar desde un navío de las Fuerzas Armadas argentinas en el año 77. Había sido tachado de traidor por abandonar su puesto para no verse involucrado en el golpe de Estado de 1976 y por denunciar el secuestro de su suegro. Ayer, su cuñado e hijo del hombre secuestrado, Carlos Bettini, rememoró su figura a bordo de la fragata Libertad, atracada en el puerto de Cádiz.

Bettini, embajador de Argentina en España, recordó a sus familiares desaparecidos y a "los 30.000 ciudadanos" que durante años fueron víctimas de una concepción de las Fuerzas Armadas como "tutoras" del sistema político. "Son estos fenómenos los que explican que en esos años de terrorismo de Estado la Escuela Mecánica de la Armada se haya transformado en el centro clandestino de detención más tristemente famoso. Es evidente que no eran las Fuerzas Armadas pertenecientes a la gran gesta de Mayo las que actuaron de forma tan infame", señaló el embajador.

El embajador argentino aplaude la evolución de las fuerzas armadas del "terrorismo a la paz"

Pese a la dura crítica del embajador al papel de los cuerpos militares, Carlos Bettini reconoció el "esfuerzo" del Gobierno argentino por su transformación: "Como ha dicho la ministra de Defensa, nuestro potencial militar no se define paradójicamente por la negativa: no amenazamos a nuestros vecinos, les brindamos confianza. No somos un peligro para la comunidad internacional, pretendemos contribuir a ser -sin mesianismos- en el marco de la Carta de las Naciones Unidas, un poder de paz".

Homenaje

El embajador pronunció estas palabras en su visita a la fragata Libertad, buque escuela de la República Argentina. Hasta el domingo, el barco permanecerá atracado al muelle gaditano como gesto de "homenaje a aquellos españoles que ayudaron a formar la cultura argentina", según explicó el capitán de navío Pablo Vignolles.

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La de Cádiz será la única escala que realice en España este navío, dedicado desde el año 1963 a instruir a los futuros oficiales de la Armada argentina. Este año, por primera vez, su tripulación está formada también por mujeres: 14 del total de 300 personas que viajan en la fragata. Para garantizar la intimidad de sus nuevas ocupantes, el buque escuela se ha sometido a una adaptación en sus dependencias.

Pero los cambios no son sólo internos. La fragata Libertad llega a Cádiz después de pasar por unos trabajos de renovación que se han prolongado durante tres años. La Armada argentina ha modernizado los laboratorios, el departamento de sanidad; ha instalado nuevos equipos de comunicación y navegación; ha sustituido las cuadernas, puntales, caños y chapa naval; e incluso ha cambiado la cubierta de teca de proa a popa en sus 104 metros de eslora.

Del navío que visitó Cádiz en la Regata Colón de 1992 sólo queda el espíritu. El mismo que le ha traído por cuarta vez a esta ciudad, el único puerto español incluido en su XXXVIII Viaje de Instrucción. El periplo comenzó hace más de tres meses, el 7 de abril, en Buenos Aires. Desde entonces el Libertad ha recalado en la ciudad brasileña de Salvador, en La Guaira (Venezuela), en San Juan de Puerto Rico, en el puerto canadiense de Halifax y, ya en Europa, en las ciudades irlandesas de Galway, Cork y Dublín, y en Amsterdam (Holanda).

El buque Libertad puede visitarse en el muelle gaditano, de cuatro a ocho de la tarde.

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