Brown rompe 150 años de tradición y anuncia su política en los Comunes
El primer ministro se anticipa al discurso de la reina y presenta su plan, centrado en la vivienda
Recién instalado en Downing Street, y determinado a imponer una nueva forma de gobierno, el primer ministro Gordon Brown ignoró ayer siglo y medio de tradición anunciando en el Parlamento británico los proyectos de ley que marcarán la próxima legislatura. El sucesor de Blair restó así protagonismo al ceremonioso discurso de la reina con el que se inaugura cada otoño el nuevo curso legislativo. La iniciativa está enfocada a promover la consulta y el debate sobre el programa de gobierno.
Gordon Brown apuesta por un Gobierno abierto al escrutinio de la oposición política y del ciudadano en general, y la presentación del programa para la siguiente legislatura encaja en este objetivo. El jefe de Gobierno y líder laborista rompió con la tradición e impuso una nueva: "La declaración de verano" del primer ministro.
Según anunció en la Cámara de los Comunes, el jefe del Ejecutivo británico desvelará cada verano el programa preliminar gubernamental de forma que los borradores y proyectos de ley "puedan ser objeto de una amplia consulta pública". En noviembre, la Reina dará a conocer en la habitual ceremonia cargada de pompa y protocolo regios el programa definitivo de la nueva legislatura.
Brown sorprendió en cuanto al estilo y calendario de la presentación, pero no en el contenido de sus propuestas legislativas, un total de 23 borradores o proyectos de ley. Salud, educación y seguridad siguen siendo materias tan prioritarias en la nueva Administración laborista como en la que cerró Tony Blair el pasado mes de junio. A los tres ejes que conforman el programa de reformas se añade ahora el "reto" del encarecimiento de la vivienda, que está frenando el acceso de jóvenes profesionales a la capa social de propietarios. "Una vivienda asequible no sólo a unos pocos sino a muchos es vital tanto para atender las aspiraciones del individuo como para labrar un mejor futuro para nuestro país", dijo el primer ministro.
El Gobierno de Brown aspira a construir tres millones de viviendas para 2020 -un incremento de 225.000 sobre las anunciadas anteriormente- sin deteriorar las zonas verdes y con el menor gasto ecológico posible. Potenciará iniciativas vigentes de propiedad escalonada y compartida con agentes sociales e introducirá nuevos créditos hipotecarios con intereses fijos a largo plazo.
La reforma educativa amplía de los 16 a los 18 años la edad escolar obligatoria ya sea en un centro tradicional o en combinación con prácticas laborales. Dos nuevos proyectos de ley reforzarán la protección de los menores en una serie de medidas enfocadas indirectamente a restar bazas a la oposición conservadora y su énfasis en la prioridad de la unidad familiar sellada en matrimonio.
Brown limitó ayer la exposición de su plan de gobierno a la política nacional e invitó a la oposición a contribuir al debate en materia antiterrorista para "construir un amplio consenso respecto al equilibrio correcto entre la protección de la seguridad nacional y la salvaguarda de las libertades civiles".
Entre los puntos prioritarios de dicho consenso, el primer ministro se refirió a medidas para asegurar el éxito de un proceso judicial contra sospechosos de terrorismo y la ampliación del periodo de detención policial sin cargos de individuos sospechosos de una acción terrorista, actualmente fijado en un máximo de 28 días.
El líder conservador, David Cameron, prometió "trabajar con el Gobierno" en legislación antiterrorista, pero tachó el resto de las propuestas del nuevo primer ministro de obsoletas y repetitivas. "Las mismas prioridades y los mismos fallos. Hemos escuchado todo esto antes", le retó Cameron.
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