Nadal y Baltasar discrepan sobre si hay que reducir la velocidad en las autopistas

Joaquim Nadal, consejero de Política Territorial, y Francesc Baltasar, titular de Medio Ambiente, tienen opiniones distintas sobre la reducción de la velocidad en las autopistas de peaje cercanas a Barcelona. Mientras que el departamento de Nadal sostiene que estas autopistas no verán rebajada su velocidad cuando este otoño entre en vigor el flamante decreto que fija en 80 u 90 kilómetros por hora, en función de la zona, la velocidad en el área metropolitana de Barcelona, el de Baltasar sostiene que no está tan claro.

El Departamento de Política Territorial descartó ayer que el Gobierno catalán limite en el futuro la velocidad en las autopistas de peaje más cercanas a Barcelona. La poblaciones afectadas por la reducción a 80 kilómetros por hora son 16 y en otras 24 del norte del Baix Llobregat y del Vallès se recomendará circular a 90 kilómetros. En esta segunda zona es donde se hallan los peajes de Les Fonts (C-16), Martorell (AP-7), Mollet (C-33) y los túneles de Vallvidrera (E-9) y donde la Administración prevé limitar la velocidad a partir de 31 de diciembre de 2008 mediante un sistema de señalización que tendrá en cuenta el grado de contaminación y la densidad del tráfico. Pese a estas limitaciones, Política Territorial no considera idóneo situar el máximo de velocidad por debajo de los 120 kilómetros por hora actuales en las vías de pago.

Fuentes del Departamento de Medio Ambiente, impulsores de la iniciativa, que pretende disminuir la contaminación con esta medida, explicaron ayer que "se está estudiando cómo se articulará el proyecto" en la segunda fase de implantación en el área más alejada de Barcelona. En los lugares donde haya autopistas de peaje reconocieron que, "si se limita la velocidad, ya no se tratará de vías rápidas". La regulación no se llevará a cabo de forma indiscriminada, sino que, subrayaron, se realizará según la cantidad de vehículos que circulen por la vía y la contaminación existente en la zona. No obstante añadieron: "se tendrá en cuenta" la existencia de peajes. "Estos casos se deberán tratar de alguna manera", señalaron las mismas fuentes.

Los peajes de Mollet (C-33) y Les Fonts (C-16), gratuitos para los vecinos, obligan a abonar 1,26 y 1,08 euros los días laborales al resto de conductores. En festivos, el peaje de la C-16 se eleva a 1,96. El de acceso a Martorell y hacia Manresa e Igualada por la AP-2 cuesta 1,85. Para circular por los túneles de Vallvidrera deben abonarse 3,22 euros en horas punta o bien 2,86 en resto del día.

El alcalde de Mollet, Josep Monràs (PSC), afirmó: "es un contrasentido pagar por coger una vía rápida" en la que se limite la velocidad. En su opinión, es una medida que se debe estudiar porque "la reducción de velocidad puede producir colas y el colapso genera incluso más contaminación que la velocidad". Para Monràs la apuesta por la reducción de la contaminación no debe realizarse con "acciones aisladas" sobre la circulación, sino que se debería abordar desde un sentido mucho más amplio, incluyendo un mayor control sobre las emisiones de las actividades fabriles. "No puede ser que a una industria le salga más a cuenta pagar una multa y seguir contaminando", ejemplarizó.

El concejal de Movilidad de Martorell, Lluís Esteve (CiU), considera que la contaminación que causan los vehículos a su paso por el municipio no se erradicará con la limitación de la velocidad. "Los problemas de contaminación los tenemos desde hace años por culpa de las retenciones que originan los peajes", afirmó.