Francia consigue que la UE designe a Strauss-Kahn candidato a dirigir el FMI

A pesar de las protestas del Reino Unido y las reticencias de España, el Consejo de Ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) acordó ayer promover la candidatura de Dominique Strauss-Kahn para sustituir a Rodrigo Rato como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se apunta así otro tanto en la política europea. El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, cree, tras debatir con Sarkozy, que el Pacto de Estabilidad "ha salido reforzado". Y Pedro Solbes pide más debate para la sucesión en el FMI.

La designación de Dominique Strauss-Kahn para ocupar el puesto de Rato, que anunció su decisión de abandonar el Fondo, "por motivos familiares", no fue sin embargo pacífica. Polonia presentó su propio candidato, el ex primer ministro Marek Belka, que sólo logró el apoyo de su país. El canciller de Exchequer británico (el Tesoro de ese país), Alistair Darling, manifestó su oposición a la metodología empleada para la designación, señalando que se debía "escuchar a otros países".

En esta misma línea se pronunció el vicepresidente del Gobierno español y ministro de Economía, Pedro Solbes, quien indicó que habría deseado un debate previo más largo para recabar más apoyos y en el que se hubiera tenido en cuenta la reflexión sobre "la gobernanza de la institución".

A pesar de estas consideraciones, Fernando Teixeira dos Santos, titular de la cartera de Finanzas de Portugal, que ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea, manifestó tras el Consejo que el ex ministro francés reunía "la competencia técnica y la experiencia política" necesarias para dirigir el FMI. El ministro portugués se mostró abierto a que "otro país pudiera presentar otro candidato".

Aspirante a presidente

Strauss-Kahn, de 58 años, conocido como DSK (sus iniciales), fue ministro de Finanzas de Francia entre 1997 y 1999 en el Gobierno socialista de Lionel Jospin. Recientemente concurrió a la investidura como candidato socialista a la presidencia francesa, frente a Ségolène Royal, que finalmente resultó elegida como líder de la izquierda. No obstante, ésta perdió la batalla frente a Sarkozy.

Los países emergentes de Asia, África y América Latina habían expresado su interés de que se les tuviera en cuenta en el proceso de selección y que se valorara la "capacidad técnica y profesional, más que el origen nacional". Solbes recordó ayer que cuando se designó a Rodrigo Rato se mantuvieron "contactos con países emergentes", lo que permitió alcanzar "un mayor consenso".

El comisario Joaquín Almunia explicó ayer el debate mantenido la noche anterior con Nicolas Sarkozy en el seno del Eurogrupo (los ministros de los países del euro) sobre la aplicación del Pacto de Estabilidad, que obliga a los países comunitarios a mantener el déficit y la deuda a raya. En la reunión, el presidente francés había confirmado su plan de reformas, que implicaba un aplazamiento de dos años, es decir, hasta 2012, del logro del equilibrio presupuestario en su país. Una propuesta que debilita el acuerdo alcanzado por los 13 países del Eurogrupo, incluida Francia, el pasado mes de abril, en el que se comprometieron a conseguir un déficit cero para el año 2010.

Almunia destacó ayer, sin embargo, que "la estrategia presupuestaria francesa está en un 100% dentro del Pacto de Estabilidad". En su opinión, la presencia de Sarkozy en la reunión "fue muy positiva" y "si se podía pensar que el Pacto corría un riesgo, ayer salió reforzado". "Hoy nadie se atrevería a provocar una crisis del Pacto", explicó, y recordó que nadie había pedido "violar sus reglas".

El comisario, en la misma dirección en la que se había expresado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, afirmó: "Las reformas y el rigor presupuestarios no son contradictorios, sino que son complementarios". Joaquín Almunia reconoció que las reformas son costosas, pero "son completamente necesarias y la única manera de tener crecimiento". Concluyó que "no habrá crecimiento si no hay disciplina presupuestaria".

Los ministros de Finanzas de los Veintisiete acordaron formalmente la incorporación de Chipre y Malta a la zona euro a partir de 1 de enero de 2008, lo que elevará a 15 el número de países que habrán adoptado la divisa europea. A propuesta del BCE, el tipo de cambio se establecerá a razón de 0,585274 libras chipriotas y 0,4293 liras maltesas, respectivamente, por cada euro.