Dinero, ¿la octava maravilla?

Pasada la resaca de la accidentada ceremonia de elección de las siete nuevas maravillas del mundo, la gran pregunta que se hace mucha gente es: ¿cuánto dinero ha movido todo esto? Y es difícil responder con rigor con los datos que la fundación sin ánimo de lucro New Seven Wonders ha hecho públicos y que hay que sacarles con paciencia y muchas llamadas de teléfono.

Este sería un resumen de los datos obtenidos: en total aseguran que han recibido más de 100 millones de votos en todas sus modalidades, Internet, vía SMS y teléfono fijo. Votar por Internet era gratis, pero eso suponía apoyar a siete aspirantes a maravilla. Quienes querían votar por una sola tenían que hacerlo vía SMS o llamando por teléfono, con un coste de 1,20 euros (más IVA) por cada mensaje y 1,10 por cada minuto de llamada. La última estimación obtenida por este periódico por parte de New Seven Wonders era que alrededor del 80% de los votos habían llegado vía Internet. Y advertían que ellos sólo perciben alrededor de un 15% (es un redondeo, depende del país) de cada SMS y cada llamada. El resto se lo queda la compañía que presta este servicio, I-touch, también reacia a facilitar sus ingresos. Es el mismo sistema que se utiliza en programas del tipo Operación Triunfo.

'Merchandising'

Eso por el lado de los votos. Además, New Seven Wonders ha sacado una batería de productos de merchandising con su logo: camisetas, pins, medallas, gorras, tazas... y hasta la posibilidad de contratar un tour a alguna de estas maravillas o a varias de ellas a través de una agencia. No hay que olvidar que organizar todo este tinglado -Weber ha visitado cada uno de los 21 candidatos- también ha costado lo suyo, unos 10 millones de euros a los que hay que sumar otros 12 de la ceremonia. Las entradas costaban entre 55 y 165 euros. Las de 55 y 140 euros se agotaron. Del resto, quedaron muchas por vender. Y hubo muchos patrocinadores. Todos los espectadores recibían una bolsa con una revista del corazón, había una cerveza oficial y banderas de una caja de ahorros que apoyaba el evento. Según la nota de empresa que ayer hizo pública la organización en total asistieron 50.000 espectadores.

María del Mar Villafranca, directora del patronato del monumento nazarí, decía ayer que "con esta propuesta La Alhambra ha conseguido muchos afectos y eso es un impulso al turismo". Rosa Torres, la consejera de Turismo andaluza, que reconocía que habían recibido la noticia de que la Alhambra se quedaba fuera como una jarra de agua fría, no recela de Weber: "Es alguien con dinero que podría estar dedicándose a vivir la vida y que se ha metido en un lío en el que muchos no nos meteríamos. Su discurso es coherente y yo creo que no ha engañado a nadie". Federico Mayor Zaragoza, director de la UNESCO durante 12 años, también le defiende: "El dinero que pueda recaudarse va destinado a la salvaguarda a los monumentos en países con menos prosperidad y está todo perfectamente auditado, que nadie se preocupe".