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Reportaje:

La resurrección del Couto Mixto

La Andorra gallega recupera su memoria nombrando cuatro nuevos jueces honorarios

El Couto Mixto es ya una república recuperada, aunque sólo sea en la memoria. El singular territorio orensano situado en la raia seca que fue república independiente hasta 1862 con privilegios democráticos inauditos, es ahora una zona tan alegórica como deprimida de la Galicia interior. Pero ayer, la Asociación de Amigos do Couto Mixto designó a cuatro nuevos jueces honorarios en un acto cargado de simbología en la pequeña iglesia de Santiago (Baltar). En la ceremonia, que tuvo más de logia que de litúrgico, el jefe de la policía de Galicia, Luis García Mañá, ofició como cofrade y la Andorra gallega empezó a cobrar vida.

Al Couto Mixto se llega desde la carretera de Xinzo a Baltar, pero también desde la memoria. La madre del comisario jefe comenzó a tirar del cabo de una madeja que ahora sostiene su hijo. Fue ella quien desgranó las historias del Macondo particular de García Mañá. Un Macondo sin tren ni compañía bananera, pero con una historia tan llena de libertad e independencia (era un territorio ajeno a las monarquías española y portuguesa, con leyes propias) que Mañá, junto con unos amigos, se propuso recuperar.

Por primera vez en la historia, O Couto tiene una jueza, la diputada Laura Seara

Ayer, 150 años después de la pérdida de aquella independencia, en la iglesia de Santiago dos Mixtos, cientos de fieles de la libertad asistieron al nombramiento de los honorarios, cuando O Couto era Andorra, los jueces de esta parte de la raya ejercían el derecho civil y administrativo y el de Montalegre (Portugal), el penal. Tres hombres -el catedrático Máximo Salinas Valencia; el diputado en Cortes por el PSOE orensano Alberto Fidalgo y el clérigo de Rubiás Miguel Blanco- y una mujer, la primera de la historia de O Couto, la diputada autonómica socialista Laura Seara, recogieron el bastón de mando de manos de los alcaldes de Baltar y Calvos de Randín y de la secretaria general de Política Lingüística. Cuatro bastones de mando por cuatro iniciativas encaminadas a recuperar de su abandono secular este enclave inusitado.

En el altar, flanqueado por el resto de cofrades e investido de una autoridad manifiesta, García Mañá fue llamando uno por uno con solemnidad a los "hombres de acuerdo", tres vecinos de los pueblos gallegos del Couto Mixto (Santiago, Meaus y Rubiás) que custodian las llaves del arca de la memoria: un arcón del siglo XVI cerrado con tres enormes candados en el que históricamente se guardó la documentación que acreditaba la singularidad de O Couto y que fue expoliado por la invasión de los ingleses que recalaron en la república independiente huyendo de Portugal.

Estuvo vacío años, pero ahora está mediado, con los escritos recuperados del ovillo de la memoria. Ayer, el fiscal jefe del TSXG, Carlos Varela, puso en él las actas del nombramiento de los nuevos jueces y las de las sesiones de los parlamentos gallego y español en los que (por iniciativa de estos jueces) se aprobó revitalizar de la comarca. O Couto dio ayer un paso más hacia la época en la que se gobernaba con el "acuerdo" de los hombres como vacuna, dijo Mañá, "contra la posibilidad de acabar con el interés común".

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