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Alerta sanitaria

La sustancia ha matado a cientos de personas desde 1937

Pablo Linde

La primera vez que se conocieron las consecuencias negativas que tiene el dietilenglicol sobre el ser humano fue en Estados Unidos en 1937. Por entonces no se habían realizado pruebas sobre su toxicidad y esto tuvo una fatal consecuencia: 105 personas, en su mayoría niños, murieron por tomar un medicamento que contenía este tóxico. Desde entonces cientos de personas han muerto por ingerirlo, casi siempre como excipiente de un fármaco.

En EE UU tomaron nota de esta tragedia y prohibieron al año siguiente la sustancia, pero en el resto del mundo siguió causando fallecimientos. La siguiente ocasión en la que se tuvo una noticia trágica relacionada con el dietilenglicol fue en 1969 en Suráfrica. Entonces fueron siete niños lo que perecieron tras ingerirla. Era uno de los componentes de un sedante.

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A pesar de los casos, la sustancia tóxica se siguió detectando, esporádicamente en Sáhara, Austria o India. Hasta 1986 se tiene constancia de al menos 18 muertes más, además de afectar a decenas de personas, que fueron intoxicadas.

Hace 20 años el dietilenglicol también entró a España como una sustancia mortal. Cinco personas fallecieron tras utilizar una pomada que contenía restos del producto.

La trágica historia de este espesante continúa en los 90. Más de 450 muertes se han registrado en esta década en Nigeria, Bombay, Argentina, o Haití entre otros países. Además, varios cientos resultaron intoxicados. Como en los casos anteriores, el dietilenglicol se había usado como componente de algunos medicamentos y jarabes. Una vez más, los fallecimientos tuvieron especial incidencia entre los niños, los más sensibles a esta sustancia.

Las muertes por dietilenglicol resurgieron en octubre en Panamá. Desde ese mes ha provocado la defunción de 104 personas y centenares de enfermos con síndrome de parálisis e insuficiencia renal aguda. En esta ocasión, el tóxico fue encontrado en un medicamento contra la tos, elaborado y distribuido gratuitamente por la Caja del Seguro Social. Poco después de los primeros casos de fallecimientos, el dietilenglicol apareció en este mismo país en la pasta de dientes, como sucedió en EE UU.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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