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Reportaje:

La empresa se motiva en el mar

Alumnos de cuarto de ADE de Deusto realizan un seminario en un velero para mejorar el trabajo en equipo

La estrategia, la táctica, el intercambio de roles y el liderazgo dentro de la empresa puestos en práctica durante un mes a bordo de un velero. Los actores, 105 alumnos de cuarto de la licenciatura de Administración y Dirección de Empresas (ADE) de la Universidad de Deusto. El escenario, el puerto de Getxo y el área de navegación del Abra vizcaíno. El objetivo, buscar los puentes existentes entre el ejercicio profesional dentro de la empresa y las rutinas de la naútica.

Berta Egaña tiene 22 años, ha aprobado todas las asignaturas del curso, cree que lo suyo es la Bolsa y es una de las que se ha apuntado a esta iniciativa. Dice que los primeros días la gente que nunca había navegado se mareaba y necesitaba recurrir a los clásicos chicles. "La mayoría de los participantes no teníamos ni idea de vela. El monitor, antes de comenzar a navegar, nos explicaba los conceptos básicos, pero dos minutos después era imposible recordar nada, nos teníamos que buscar la vida". Egaña cree que esta circunstancia ha sido fundamental para alcanzar los objetivos que los promotores del seminario -la consultora Shackleton- y la Universidad habían marcado de partida. "Se trataba de asumir un papel dentro de la organización, desarrollarlo y asumir el de los compañeros como propio para lograr llegar a la meta. Debíamos potenciar el trabajo en equipo, la búsqueda de soluciones a problemas desconocidos y el respeto al trabajo del compañero".

Cada embarcación dependía de un tutor, que dirigía la embarcación a mar abierto y cedía la responsabilidad a los futuros empresarios. Desde ese instante, la compenetración de los equipos determinaba el grado de efectividad. Los miembros de cada embarcación se organizaban a partir de una estructura piramidal. Uno de los participantes -el reparto de los papeles era aleatorio- ejercía la función de patrón. El resto de la tripulación se ocupaba de las tareas rutinarias del ejercicio náutico.

Xabier de la Torre, también de 22 años, presume de haber aprobado todas las asignaturas, disfruta como portavoz de sus compañeros en público y está convencido de que iniciativas como ésta implican muchas ventajas. "Durante el curso hemos potenciado el autocontrol, el compromiso colectivo, la búsqueda de resultados e iniciativas, la comunicación interna..." Los tres estudiantes elegidos por la universidad para dar a conocer los resultados de este experimento se muestran entusiasmados con el resultado y coinciden al sacar conclusiones: "Hemos aprendido a trabajar juntos".

El seminario, impartido durante el mes de junio, ha constado de 50 horas en las que, según su promotor, Pablo Atela, se ha intentado huir de los conceptos teóricos para priorizar los aspectos prácticos. La finalidad perseguida con este experimento es favorecer la posterior integración del alumno en el mundo laboral.

"El año pasado probamos varios profesores y comprobamos la efectividad del ejercicio". Almudena Izaguirre es la responsable del Programa de Habilidades Directivas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, y dice que vivir la experiencia fue lo que les invitó a probar con los alumnos. El seminario de vela y empresa iba dirigido a los alumnos de cuarto. Los de quinto, el último curso de la carrera, pueden optar a tener un coach. Se trata de ejecutivos de grandes consultoras y multinacionales que se ofrecen a la facultad para tutelar durante su último curso a los futuros profesionales.

Y es que, el plan Bolonia ya está aquí. El curso 2010-11 es la fecha límite para que todas las universidades europeas tengan implantada la nueva norma. La reglamentación comunitaria huye del modelo tradicional de enseñanza y persigue un objetivo claro, que el alumno aprenda. El proyecto de Bolonia trata de eludir el viejo sistema donde primaba la búsqueda de profesores muy cualificados. Este sistema nace para formar trabajadores capacitados para reciclarse de forma constante.

La facultad experimenta con nuevos modelos de enseñanza desde finales de los noventa. Susana Rodríguez, su decana, lo tiene claro: "Los planes educativos se deben acercar cada vez más a lo que las empresas necesitan y piden, es decir, sujetos capacitados para crear y trabajar en equipos. Personas capaces de transformar la sociedad".

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