Sarkozy quiere instalar cámaras en toda Francia

Los franceses estarán igual de vigilados que los británicos. Tras los atentados fallidos de Londres y Glasgow, y a la vista de la rapidez con la que se ha desarrollado la investigación, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha encargado al Gobierno de François Fillon que realice "rápidamente" un estudio para la puesta en marcha de un plan de despliegue de cámaras de videovigilancia por todo el territorio nacional, para prevenir eventuales actos terroristas o criminales.

Según explicó al término del Consejo de Ministros el portavoz del Ejecutivo, Laurent Wauquiez, el presidente había razonado ante los miembros del Gabinete que la lección a sacar de los frustrados atentados islamistas en el Reino Unido "debe conducirnos a llevar a cabo una reflexión rápidamente sobre un plan de gran amplitud de instalación de videocámaras en Francia". Sarkozy, dijo el portavoz, pidió al Gobierno que trabaje sobre este asunto para "ver en qué medida puede permitir o no la mejora de la seguridad en Francia".

En el Reino Unido hay unos 4,2 millones de cámaras instaladas por las calles de todo el país, lo que supone una por cada 15 habitantes. En Londres hay cerca de 65.000. En cambio, en París tan sólo hay 300 cámaras de vigilancia. Las cifras son elevadas si se las compara con las de Madrid, donde apenas hay 24 cámaras de vigilancia en la zona de la plaza Mayor. Hay un plan para ampliar la videovigilancia, pero aun cuando se complete el número de cámaras no superará el medio centenar.

El prefecto de policía de la capital francesa, Michel Gaudin, se queja de la falta de inversión en este campo. Sin embargo, los franceses tienen una ventaja respecto a los británicos: el hecho de que los aparatos son casi todos digitales, por la simple razón de que han sido instalados más recientemente, mientras que los del otro lado del canal de la Mancha son analógicos y menos reactivos.

La inversión para llevar adelante el encargo del presidente será costosa. Concretamente, un plan ya existente para dotar a la capital de un millar de nuevas cámaras está presupuestado en 44 millones de euros. Cada cámara supone una inversión de entre 25.000 y 35.000 euros, más el mantenimiento y la instalación.