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Otros diez menores en pateras llegan a la costa

Un total de 77 inmigrantes alcanzaron el litoral oriental a bordo de cinco embarcaciones

Javier Martín-Arroyo

El goteo de menores inmigrantes se mantiene. A las costas de Granada y Almería llegaron entre el pasado miércoles y ayer 77 inmigrantes en cinco pateras, diez de ellos menores. Los sin papeles viajaron en embarcaciones que fueron interceptadas por la Guardia Civil frente a la costa almeriense, la última de las cuales fue trasladada al puerto de Motril. En su interior se encontraban diez menores según los primeros cálculos, a la espera del resultado de las pruebas oseométricas que determinarán las edades de los tripulantes.

La embarcación llegó al puerto de Motril sobre las 14.25 de ayer, pero los inmigrantes tuvieron que quedarse en el interior durante casi media hora, ya que ningún agente de la Policía o de la Guardia Civil se encontraba en el puerto para arrestarlos. Sólo esperaban su llegada los miembros de Salvamento Marítimo, de Cruz Roja, y periodistas, hasta que finalmente llegaron varios policías. Los marroquíes se encontraban en buen estado de salud, aunque uno de ellos fue trasladado al Hospital Santa Ana de Motril.

Mientras, la Guardia Civil de Almería detuvo a 40 inmigrantes que fueron interceptados el pasado miércoles. La primera embarcación fue interceptada al este de San José con 13 inmigrantes de nacionalidad argelina. Posteriormente fueron detenidos ya en tierra otros 12 hombres, diez argelinos y dos iraquíes, y finalmente detuvo a otros 15 inmigrantes, 14 argelinos y un marroquí, que viajaban en dos embarcaciones neumáticas.

Por otra parte, la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, confió ayer en que la comisión bilateral entre los gobiernos español y marroquí del próximo lunes en Toledo "dé sus frutos". "Hay que dejar de ser hipócritas, no se puede traer a parte de la población a vivir a España. Los menores tienen que estar con sus familias", declaró. Navarro reflexionó ayer en vísperas de la cumbre sobre la inmigración infantil que ha colapsado recientemente todos los centros de acogida andaluces. "El asunto no se puede abordar desde un punto de vista represivo, pero hay que ser sensatos y darse cuenta de que hay situaciones que no se pueden resolver a golpe de corazón", añadió.

La consejera apostó por un camino a largo plazo basado en programas de ayuda en países como Marruecos para garantizar buenas condiciones socio-económicas. En los detalles de dicha fórmula residen las divergencias entre las ONG y la Junta. "No se va a resolver el problema estructural de los países a golpe de solidaridad desde España. Antes Andalucía era la zona de paso y ahora es el destino". Navarro hizo hincapié en que los menores que se arriesgan a cruzar el Estrecho no son los más necesitados, sino que disfrutan de una cierta posición económica y la familia busca que ésta mejore a su costa. "No son los que necesitan más ayuda. Hay niños que se bajan de la patera solicitando el centro de acogida al que quieren ir", denunció.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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