Nuevos viajes, viejas críticas

Cada vez que Manuel Chaves pone el pie en una escalerilla de avión para un viaje oficial se oyen las mismas palabras desde el PP: "despilfarro", "excursión", "turismo", "séquito", "vacaciones". O "vacaciones", "séquito", "turismo", "excursión" y "despilfarro". El orden de los factores no altera el mensaje. De manera automática, los dirigentes de este partido cuestionan la mayoría de las visitas del presidente de la Junta de Andalucía, salvo las que realiza a Bruselas, la capital política de la Unión Europea.

El Partido Popular es el único que no cree que el Gobierno de Andalucía deba tener una agenda exterior, al contrario de lo que mantienen el PSOE, Izquierda Unida o Partido Andalucista.

Desde que fue elegido presidente de la Junta, en 1990, Manuel Chaves ha realizado un total de 101 viajes al exterior. En el 75% de los casos, el destino ha sido europeo, bien para entrevistarse con los comisarios de la Comisión Europea, para asistir a la Asamblea de Regiones de Europa o estrechar lazos de cooperación. Desde que es presidente federal del PSOE sus viajes tienen mayor profundidad política por cuanto sus interlocutores saben que están hablando con una persona muy influyente en ese partido. Esto ha ocurrido tanto cuando el PP gobernaba como ahora con Zapatero, cuyo Gobierno lo ha utilizado como embajador para trasladar determinadas peticiones. Y siempre ha informado al Ministerio de Exteriores de sus salidas.

Chaves suele viajar acompañado de pocas personas y evita en todo lo posible las fotografías que puedan calificarse de turísticas. Prefiere las imágenes de las reuniones de trabajo durante su jornada, lo cual no quiere decir que no aproveche sus horas libres para ver cosas.

Ahora Chaves está en China, encabezando una delegación institucional y empresarial y al PP ese destino -con un mercado potencial de consumidores de 1.200 millones de personas- le ha debido parecer exótico. Las empresas de todo el mundo miran al gigante asiático para sus expectativas de negocios y tan sólo una quincena de empresas andaluzas forman parte del club de las 450 sociedades españolas instaladas en ese país. "Es ridículo que intenten convencernos de que el futuro de Andalucía pasa por China", ha dicho el presidente del PP andaluz, Javier Arenas. Y ha añadido, con gran sentido de la oportunidad: "Cualquier trabajador de Delphi que esté observando esta excursión a China se llevará las manos a la cabeza". Ayer los trabajadores gaditanos cerraron un acuerdo muy ventajoso para sus intereses.

El PP ha intentado en esta ocasión convocar la Diputación Permanente -el órgano de gobierno del Parlamento en vacaciones- para que el Gobierno justifique los gastos, los objetivos y los rendimientos de la visita a Pekín y Shanghai, pero no ha encontrado a ningún grupo aliado para poder hacerlo.

"Arenas está rancio, rancio, rancio...", replica el consejero de la Presidencia, el socialista Gaspar Zarrías. "Todos los viajes del presidente tienen un motivo y un fin y si hay alguna visita necesaria es la de China. Es una apuesta de futuro por razones obvias, si hay 100 millones de turistas chinos dispuestos a moverse", afirma.

"Acceder al 0,05% del mercado chino en aceite de oliva estamos hablando de cantidades astronómicas", sostiene la portavoz de IU, Concha Caballero, quien mantiene que la frecuencia de los viajes de Chaves es "normal" e, incluso, "poca". A su juicio, la agenda exterior del presidente de la Junta debería formar parte "del núcleo institucional" de la comunidad. "Creo que hay una excesiva dedicación especial con el tema marroquí y discontinuidad y falta de planificación con los asuntos de las regiones europeas".

Marruecos ha sido un destino preferente para Manuel Chaves. En 17 años, ha viajado al país vecino en 11 ocasiones, más que a ningún otro exceptuando las visitas a Bruselas.

"Soy partidaria de que Andalucía tenga una política exterior propia con contenidos y objetivos", afirma la portavoz andalucistas Pilar González, quien opina que las tres zonas de referencia para la comunidad deben ser Europa, Marruecos y América Latina. "Lo razonable es que tenga una política destinada a la ampliación de mercados. Lo que no sé es si hay planificación o se mueve por coyunturas".