La ONU critica a los países desarrollados por reducir la ayuda a los más pobres
Ban Ki-moon les recuerda que deben cumplir los Objetivos del Milenio
Los Objetivos del Milenio cumplen su paso del Ecuador con muy tímidos resultados. El plan que diseñó la ONU en 2000 para conseguir, en 15 años, mejorar la calidad de vida del Tercer Mundo no avanza, y siete años después las emisiones están "sin control" y más de la mitad de la población de los países en vías de desarrollo no tiene acceso a servicios de saneamiento básicos. Y es que los países desarrollados no han hecho los deberes: la ayuda ha caído un 5,1% en términos reales entre 2005 y 2006, y sólo cinco países asignan el 0,7% del PIB al desarrollo.
El análisis de estos resultados, a mitad de camino, de los Objetivos del Milenio ha provocado que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, eche un pequeño rapapolvo a los países desarrollados y les inste, en un informepresentado ayer en varias ciudades del mundo, a dejar de prometer nuevos retos y cumplir los que ya se firmaron en 2000. Logros que, para la ONU, aún son posibles, aunque los datos muestran que se está muy lejos de conseguirlo. Sobre todo, en el África subsahariana.
Los objetivos eran ocho. El primero era erradicar la pobreza extrema, es decir, el porcentaje de gente que vive con menos de un dólar al día. Según la ONU, esta cifra ha caído de los 1.250 millones de personas de 1990 a las 980 de quince años después. El organismo es bastante optimista. Si este progreso continúa, dice, el objetivo se cumplirá. Sin embargo, destaca que la reducción de la pobreza ha venido acompañada de un incremento de la desiguladad: entre 1990 y 2004, la participación de los más pobres en el consumo ha caído del 4,6% al 3,9%.
Asegurar la educación primaria de todos los niños era el segundo objetivo y, aunque la cifra ha mejorado ligeramente (un 88% de los niños están escolarizados), los países subsaharianos aún tienen un porcentaje muy inferior (70%).
La integración de la mujer en el mundo laboral avanza muy lentamente. Su participación en labores no agrícolas ha crecido sólo un 3% entre 1990 y 2005. Es en África, de nuevo, donde el progreso es más insignificante: sólo una de cada cinco asalariados en la región es mujer.
Uno de los objetivos en los que más lentamente se avanza es el de reducir en dos tercios la mortalidad infantil para 2015. Más de 10 millones de niños murieron antes de cumplir cinco años en 2005, y la mayoría, por enfermedades que se podrían haber prevenido. Es en los países del África subsahariana, de nuevo, donde la situación es peor (mueren 166 menores de cinco años por cada mil niños nacidos, frente a los 83 de la media general) y donde más lentamente se avanza. Y aunque se ha mejorado en el tratamiento de las madres y parturientas (quinto objetivo), aún hay medio millón de mujeres que mueren cada año durante el embarazo. Una mujer subsahariana tiene 1 entre 16 posibilidades de morir en el parto. Las de una occidental son 1 entre 3.800.
El objetivo seis, frenar la expansión del virus del sida, ha fracasado estrepitosamente: el número de muertes se ha incrementado (de 2,2 millones en 2001 a 2,9 millones en 2006) y la mayor parte de los infectados son subsaharianos. Y también fracasa el siete, asegurar la sostenibilidad medioambiental. Las emisiones de gases de efecto invernadero están "sin control", la deforestación continúa y las condiciones de vida en las ciudades empeoran cada año.
El octavo y último objetivo incluía el desarrollo de una estrategia global para el desarrollo. Pero el informe señala que la ayuda oficial a los países pobres por parte de los más ricos "está parada". La ayuda oficial ha bajado un 5,1% en términos reales entre 2005 y 2006, y sólo cinco países (Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Noruega y Suecia) destinan el 0,7% del PIB al desarrollo.
La organización no gubernamental Ayuda en Acción, por su parte, criticó ayer el balance de la ONU y aseguró que el número de personas que sufren hambre ha aumentado, de 800 millones de personas a los 854 millones, informa Efe.
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