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Columna
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¿Quién colabora con el Mal?

Destacados miembros de la Conferencia Episcopal Española han arremetido contra la asignatura Educación para la Ciudadanía. Su vicepresidente, monseñor Cañizares, advierte a los colegios religiosos que si la imparten "estarán colaborando con el Mal". Pero ¿qué Mal? El arzobispo de Pamplona, monseñor Sebastián, toma partido en la refriega y en una "carta desde la fe" sostiene que la nefasta asignatura es "del todo incompatible con una visión cristiana de la vida" y "una mentalidad democrática y liberal". (¡!).

La Conferecia Episcopal es la responsable de la COPE. Una emisora que emite programas como el que dirige Federico Jiménez Losantos. Un programa con mucha audiencia a la que Losantos ilustra, informa y educa con las más encendidas soflamas, llenas de insultos y descalificaciones a diestro y siniestro, dirigidas a políticos, jueces, fiscales, periodistas, empresarios, sindicalistas... En definitiva, a todo aquel que no piense como él. Sólo se salvan de sus diatribas, los obispos. Y es lógico: de lo contrario se le acababa el negocio. Porque negocio es lo que hace Losantos, y no periodismo. ¿Cómo iban a tolerar sus eminencias que desde su propia emisora, este zascandil los pusiese al mismo nivel de insultos y descalificaciones como acostumbra a hacer con todo el mundo, desde la Corona hasta el último político, periodista o funcionario?

Y uno se permite preguntar, con todo respeto, ¡faltaría más!, a estos pastores de la Santa Madre Iglesia: ¿quieren decir que el señor Losantos se dirige a su audiencia "con una visión cristiana de la vida" y con "una mentalidad democrática y liberal", cuando lanza sus insultos a todo el que no piense como él, trasmitiendo a su audiencia todo los odios que alimenta su egocentrismo y su soberbia? Porque mis respetadísimos monseñores: ustedes han ofrecido este protagonismo en sus ondas, no a un descerebrado, ni a un pobre ignorante, ni a un patán. Jiménez Losantos es un individuo listo, que sabe, es culto, domina el lenguaje y utiliza a la perfección el discurso demagógico, tiene memoria, conoce bien la historia de España, lo cual le permite manipularla cuando le conviene. Sabe perfectamente que Zapatero no ha roto España, pero él lo acusará todos los días de haberlo conseguido, dirigiéndose al presidente del Gobierno como "ese tío". O sea, "cristianamente", "democráticamente" y como "buen liberal" que dice ser. No digamos con los insultos con que se dirige, por ejemplo, al alcalde de Madrid, Ruíz Gallardón, quien democráticamente ha recibido el respaldo de la mayoría de los ciudadanos madrileños, cosa que no soporta Jiménez Losantos. Alguien dijo que "Federiquín, con un micrófono en la mano, era un peligro público". Lo he dicho más de una vez. Y me reafirmo. Lanza sus mentiras e insultos y luego satisface su ego sabiendo que ha calado en la audiencia. Se cree superior a los demás. Incluídos Pedro J., Luis Herrero, y una corte de contertúlios que le bailan el agua. Entre ellos, el valenciano José Raga, profesor y católico. Federiquín es un pozo de soberbia.

"El de Losantos es un programa que distorsiona la realidad y, sobre todo, contribuye mucho a la crispación, además de ser un ataque desmesurado contra las personas y contra las ideas, y no responde a lo que es una cadena vinculada a la Iglesia". Son palabras pronunciadas por el embajador de España ante la Santa Sede, el socialista y cristiano Francisco Vázquez, en recientes declaraciones. En las que dijo, también, entre otras cosas, que el espacio de Losantos "no tiene nada que ver con la caridad cristiana". Y añade el señor embajador: "Cuando lo he comentado en el Vaticano he sido escuchado. Lo que yo he trasladado es nuestro malestar, no porque pueda perturbar las relaciones Gobierno-Iglesia -porque el Gobierno es muy respetuoso con la libertad de expresión- sino porque creemos que es perjudicial para la sociedad española". Y formula esta queja: "He planteado esta cuestión a algunos responsables eclesiásticos españoles, en reuniones informales en la Santa Sede, y también en 'reuniones oficiales' en unas cinco o seis veces durante los últimos diez meses. Se me ha escuchado, simplemente. No se me ha dado ninguna opinión". La pregunta que cabe formular es esta: Eminencias reverendísimas, monseñores Cañizares, Sebastián, Rouco y demás miembros de la Conferencia Episcopal, ¿quién está colaborando con el Mal desde un punto de vista cristiano? ¿La COPE con Losantos o quienes acepten la enseñanza de la Educación para la ciudadanía?

fburguera@inves.es

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