Malestar en el Gobierno por la renuncia a un cargo internacional tan relevante "sin causa justificada"
El próximo abandono del ex ministro de Economía con el Gobierno del PP, Rodrigo Rato, del cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), con dos años de antelación, ha causado malestar en el Gobierno. Fuentes de su área económica recuerdan que tanto el Ejecutivo como el PSOE apoyaron la candidatura de Rato al FMI, tanto en los foros europeos como en los norteamericanos, por lo que creen que su dimisión acarrea como consecuencia que España perderá un peso importante en un organismo internacional de enorme relieve. Las mismas fuentes consideran que "no ofrece una imagen seria" de España la dimisión de Rato en un organismo tan cualificado "sin una causa justificada".
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, apuntó ayer ese malestar, tras la conferencia de prensa del Consejo de Ministros, al recordar que el Ejecutivo hizo "mucho esfuerzo" para que Rodrigo Rato pudiera presidir una institución tan relevante, contando con el apoyo del resto de los países miembros de la Unión Europea. Eso sucedió en 2004. "Sentimos que esa plaza se pierda hoy para un español y tenemos que trabajar para que no se pierda ahora para un europeo", precisó la vicepresidenta.
Fernández de la Vega llegó a situar, incluso, la decisión de Rato de abandonar Washington y regresar a España en el contexto de los movimientos políticos del PP. "Hace unos días, Matas [ex presidente del Gobierno balear, al que ha desplazado del Ejecutivo autónomo una coalicición de partidos encabezada por el PSOE, tras las elecciones del 27-M] dijo que se iba a Estados Unidos y, ahora, el señor Rato vuelve de Estados Unidos. Hay movimientos que se están produciendo en el PP, lo que es normal en cualquier formación política si se tiene en cuenta que se ha perdido poder político", aseveró la vicepresidenta primera del Gobierno.
