La Generalitat pasa a ser la dueña de Port Ainé tras pagar 3,5 millones en una subasta

La Generalitat se ha convertido en la nueva propietaria de la estación de esquí de Port Ainé (Pallars Sobirà) después de que el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), que depende del Departamento de Economía, se adjudicara ayer en subasta pública la mayor parte de los bienes de la estación por un importe de 3,5 millones de euros. La sociedad tenía una deuda global acumulada de 17 millones de euros.

Port Ainé, como sucedió hace un año con Espot Esquí, la otra estación de la comarca, ha sido subastada a causa de las deudas contraídas por la familia Mesegué, propietaria de Pallars Industrial, la sociedad que ha gestionado el complejo invernal desde su creación, hace 22 años. De esta manera, la Generalitat espera gestionar conjuntamente las dos estaciones pallaresas directamente o a través de una sociedad mixta. Carme García, directora general del ICF, señaló que lo primero que se hará será convocar un concurso para poder adjudicar su explotación antes de que se inicie la temporada de esquí.

Además de la entidad financiera de la Generalitat, principal acreedora de Port Ainé, a la subasta pública celebrada en el Juzgado Mercantil de Lleida se presentaron otros licitantes, entre ellos Xavier Gabriel, propietario de la administración de lotería La Bruixa d'Or, de Sort, que pretendía hacerse con uno de los 15 lotes subastados, que incluía las instalaciones de la empresa de aventura Sports Center, ubicada a pie de carretera, entre las localidades de Sort y Rialp, pero se retiró de la puja cuando el representante del ICF ofertó 700.000 euros, más del triple del precio de salida.

La Generalitat se adjudicó las pistas de esquí y el hotel de tres estrellas situado en la cota 2000 de la estación por 2,8 millones de euros, cuando el precio de salida era de 5,6, ya que no hubo otro postor. Los lotes adquiridos por la Generalitat son los que pueden garantizar la continuidad del complejo. El ex gerente y presidente del Consejo de Administración de Pallars Industrial, Josep Miquel Resegué, lamentó que no se haya podido llegar a un acuerdo para evitar la subasta y añadió que las cosas se hubieran podido hacer de otra manera.