Chaves apremia a los grupos a aprobar una quincena de leyes en cuatro meses

La legislatura ni está agotada ni las elecciones se van a anticipar y por delante queda un trabajo "intenso" para aprobar una docena de leyes remitidas ya por el Gobierno andaluz al Parlamento y otras tres que están en cartera. Este fue el mensaje que trasladó el presidente de la Junta, Manuel Chaves, a los grupos parlamentarios en la última jornada del debate de la comunidad. Los diputados se van ya de vacaciones y no volverán a pisar la sede las Cinco Llagas hasta septiembre. A partir de ese mes, los parlamentarios tendrán cuatro meses para cumplir con una cargada agenda de trabajo legislativo.

"Se lo digo a mi grupo: de adelantamiento de elecciones, nada; de agotamiento, nada"

En el actual periodo de sesiones tan sólo se han celebrado ocho plenos (uno de ellos conmemorativo del 28-F y, por tanto, sin contenido legislativo y de control). El motivo de tan escuálida agenda, aprobada por unanimidad, fue que de febrero a junio se han celebrado las campañas del referéndum del Estatuto de Autonomía y de las elecciones municipales, a las que los partidos han dedicado todas sus energías y recursos humanos disponibles. Por medio ha pillado también las fiestas de Semana Santa y la Feria de Sevilla.

Al Parlamento le quedan nada más que cuatro meses de trabajo a partir de septiembre, un periodo que suele estar marcado por la tramitación de la ley de presupuestos de la comunidad autónoma, con la convocatoria de todas las comisiones de la Cámara para la comparecencia de consejeros, agentes sociales y económicos.

Pese a lo apurado de los plazos, Chaves reclamó ayer a todos los grupos parlamentarios, pero especialmente al suyo, el socialista, que trabajen con intensidad para sacar las leyes pendientes que hay registradas en el Parlamento.

Cuando vuelvan de vacaciones, los 109 diputados se van a encontrar con doce leyes pendientes de negociación. Son las de la Agencia Tributaria; Educación; Violencia de Género; Igualdad; Protección del origen y la calidad de los vinos; Consejo Genético; Patrimonio histórico; Museos; Administración; Farmacia; y modificación de la ley de la Universidad Internacional de Andalucía. A estas hay que sumar la de los presupuestos de 2008.

Todas estas normas figuran con tiempo para aprobarse en el calendario elaborado por el Gobierno desde la secretaría general de Relaciones con el Parlamento que dirige Clara Aguilera. Pero todo lo que llegue a partir de septiembre corre serio riesgo de que decaiga ya que si Chaves, como ha dicho, va a agotar el mandato, tendrá que disolver el Parlamento en la primera quincena de enero.

En las réplicas mantenidas con los grupos parlamentarios en el debate de la comunidad, el presidente de la Junta habló de aprobar 11 leyes. A la docena que hay registradas hay que añadir su compromiso de remitir el proyecto de ley de Concertación Local, para el que pedirá el trámite de urgencia, y "en breve" la norma que regulará la renta básica. Chaves también se comprometió hace meses a remitir la ley andaluza de dependencia para ser aprobada esta legislatura. Aunque aludió a este proyecto durante el debate, no le puso fecha.

En total, son 15 leyes apalabradas por el Gobierno -las 12 registradas, las dos comprometidas y la de presupuestos-, para cuatro meses de trabajo. Es decir, casi la mitad de las aprobadas en tres años de legislatura (38).

Consciente de esta tarea, Chaves afirmó que es "un profundo error" considerar que con el debate de la comunidad "ya se ha terminado el trabajo". Y por si no había quedado claro su intención de agotar la legislatura afirmó: "Si alguien no me quiere creer, se lo digo a mi grupo: de adelantamiento de elecciones, nada; de agotamiento, nada. Quedan nueve meses de trabajo intenso". Chaves ofreció consenso a la oposición para sacar adelante las iniciativas legislativas con el "máximo acuerdo".

"Sin inercia"

En su última intervención en el pleno, el presidente de la Junta aludió a la "anomalía" y "anormalidad" de esta etapa política. Se refería al hecho de que los tres líderes de la oposición -Javier Arenas (PP), Diego Valderas (IU) y Julián Álvarez (PA)- estén ausentes de la Cámara y dirijan extramuros del Parlamento a sus grupos parlamentarios. Ninguno tiene escaño. "No es responsabilidad del PSOE, pero espero que después de las elecciones esa anomalía o anormalidad se corrija y que el debate no tenga que ser con diputados interpuestos".

Esta afirmación irritó a los diputados de la oposición y aunque sus portavoces (Teófila Martínez, Concha Caballero y Pilar González) no consumieron turno de intervención, otros portavoces dejaron patente el malestar por esta frase.

Chaves reiteró que los datos macroeconómicos y de balance de legislatura presentados durante el último pleno del curso político le permitía mostrar con orgullo la "satisfacción" de los socialistas. "No hay ninguna razón para el pesimismo. Todo lo logrado nos debe servir de estímulo, pero no para la autocomplacencia, la inercia y el acomodamiento".