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Un juez cambia la pena de cárcel por una terapia a un maltratador alcohólico

El agresor y las víctimas, su hermana y su madre, acordaron la solución en el juzgado

Ginés Donaire

Una juez de Jaén ha cambiado la pena de seis meses de prisión de un hombre de 55 años, condenado por maltrato a su madre y a su hermana, por otra en la que éste se compromete a someterse a un tratamiento para dejar de beber. Se trata de una sentencia dictada dentro del sistema de mediación penal en adultos, basado en la reparación del daño moral a la víctima, que acuerda la sanción con el agresor.

Trece órganos judiciales del país participan voluntariamente, en colaboración con la Fiscalía y mediadores profesionales en este proyecto bajo la coordinación del Servicio de Planificación y Análisis de la Actividad Judicial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ):

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Acuerdos con la víctimas

Francisco G. E., vecino de Siles (Jaén) de 55 años, había sido condenado por los malos tratos continuados a su madre y su hermana. En la vista del sistema de mediación penal, Francisco pidió perdón, le prometió a su madre y a su hermana que no volvería a beber más alcohol y que no se acercaría a ellas durante año y medio. Además, mostró su compromiso a recibir durante tres meses un tratamiento contra el alcoholismo en un centro de desintoxicación de su comarca.

Todo esto le sirvió a Francisco para que su madre y su hermana le perdonaran y admitiesen ante la magistrada María Fernanda García, titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén, que el alcohol era la causa del maltrato que sufrían. El resultado ha sido que la juez ha dictado sentencia por conformidad, rebajando la pena a Francisco por reparación del daño moral y aplicándole la eximente de alcoholismo. Por ese motivo, los seis meses de prisión quedan en suspenso durante dos años, aunque se mantiene la pena de alejamiento y se añade el compromiso del tratamiento contra el alcoholismo de Francisco.

"El acusado, con su actitud y el compromiso de no abandonar tal tratamiento hasta su total recuperación está dando un paso hacia su rehabilitación social, ya que reconoce el daño, se esfuerza en poner remedio a su adicción, reconoce la norma violada con su conducta anterior y restablece la paz social mediante la reconciliación de las víctimas", señala la magistrada en la sentencia, de la que ayer informó diario Ideal.

La juez destacó que Francisco no tiene antecedentes ni juicios pendientes y no es un peligroso criminal, pues año y medio después de la denuncia no ha cometido infracciones, además de seguir en tratamiento.

Por su parte, el acusado admitió que, desde hace 14 años -cuando se separó de su esposa-, viene creando problemas de convivencia a su madre y hermana, con las que vivía. Las ha llegado a amenazar con armas para que le den dinero, ha echado a la madre de casa y le dice que se va a ahorcar o cortar el cuello, "situación que hace que la madre no pueda tener vida normal, no pudiendo conciliar el sueño ni tener tranquilidad". La sentencia relata tres episodios de maltrato y amenazas.

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