El estudio del satélite gallego busca una red al margen de las grandes telefónicas

El 'proyecto satélite' se ha convertido en la idea más sorprendente y arriesgada de la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento (FSC). El organismo está dispuesto a analizar cinco alternativas: una flota de microsatélites; tres satélites de órbita baja; un satélite de media distancia; un satélite geoestacionario; o una red inalámbrica Wimax. Aunque la mayoría de los expertos consideran que la idea es inviable, la FSC encargará los estudios técnicos y económicos. El plan busca una red inalámbrica gallega independiente de las grandes compañías telefónicas.

Sea o no viable, la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento (FSC) está dispuesta a asumir el costo de estudiar si Galicia puede plantearse disponer de satélites propios de telecomunicaciones. El organismo está dispuesto a invertir entre 100.000 y 200.000 euros en el estudio de viabilidad, que tardará unos ocho meses en emitir sus conclusiones.

Fuentes de la FSC informaron de que el estudio no se ceñirá, como inicialmente se anunció, a analizar la rentabilidad de un satélite de órbita baja para llevar internet a las zonas rurales. El proyecto satélite persigue generar en Galicia una red telefónica inalámbrica para todo el territorio y para aumentar la competitividad de las empresas.

Todas las soluciones a estudiar tienen un costo de entre 300 y 400 millones de euros, a pagar con fondos públicos, para que un operador privado pudiese rentabilizar la operación y explotación del satélite.

¿De dónde salió la idea? Las mismas fuentes explicaron que el proyecto nació en la fábrica de ideas de la telefónica gallega R. El vicepresidente de la FSC, Honorato López Isla, es a su vez presidente de R, y encontró en esta propuesta una posible solución a la brecha digital gallega (Galicia es una de las regiones europeas con peor acceso y menos uso de Internet).

La primera alternativa analizada fue la de construir una red Wimax, aprovechando la actual red de antenas repetidoras de Retegal. Wimax es una solución más avanzada que Wifi y ofrece Internet y telefonía de alta capacidad y sin cables. Sin embargo, el elevado costo de la instalación de nuevas torres de repetidores (unos 400 millones de euros) y su lentitud de despliegue hizo pensar en soluciones más audaces.

La intención actual de la FSC es la de encargar un plan que analice la viabilidad de hasta seis alternativas posibles de satélites gallegos. Desde la contratación o participación en alguno de los satélites geoestacionarios ya existentes, pasando por el lanzamiento de uno propio o el análisis de precios y prestaciones de satélites de órbitas más bajas.

"Cada satélite de órbita baja cuesta la tercera parte que uno geostacionario y pensamos en ellos porque no tienen retardo de acceso a Internet", explicó uno de los responsables del plan.

La intención de la FSC es encargar el estudio de viabilidad a la Consellería de Innovación e Industria, aunque su titular ya conoce el proyecto (le fue presentado hace un año) y en los últimos días no ha expresado su apoyo hacia él.

La FSC es un organismo mixto, presidido y tutelado por la Xunta y participado por las principales compañías privadas de Galicia, así como por las tres universidades y las tres entidades financieras. López Isla fue nombrado vicepresidente para el área de innovación y considera que el estudio no ha de ser tildado a priori de descabellado. "¿Por qué no? ¿Por qué Galicia no va a poder tener una red inalámbrica propia? Sólo vamos a estudiar si es posible o si no lo es", subrayó el directivo de la FSC.

El problema es que lo que la FSC anunció hace unos días fue el estudio de un satélite de órbita baja, que los especialistas consideran inviable debido a que no prestaría conexión a Galicia más de ocho o diez minutos al día.

El proyecto satélite surgió, siempre según la FSC, del hecho de que las grandes compañías telefónicas no están atendiendo, con su inversión privada, al despliegue de nuevas tecnologías en Galicia. A las peticiones de mayor despliegue de Internet, todas las empresas responden solicitando subvenciones. "Por eso nos planteamos que en vez de subvencionar a Orange o a Vodafone, por qué no disponer, por un poco más de dinero, de nuestras propias interconexiones", indica una fuente cercana a López Isla.