Los nacionalistas aceptan reanudar el diálogo con los socialistas navarros

Socialistas y nacionalistas están dispuestos a darse una nueva oportunidad y explorar si es posible formar un Gobierno, junto a Izquierda Unida, en la Comunidad Foral de Navarra. El PSN dirigió ayer un escrito a Nafarroa Bai (NaBai) para reanudar el diálogo interrumpido la pasada semana aunque no accedió al ultimátum que los nacionalistas les dieron para que declararan categóricamente si querían un Gobierno o no con ellos.

Nadie dio del todo su brazo a torcer, pero el diálogo se reanudará. También con Izquierda Unida. Nafarroa Bai (NaBai) obvió su petición inicial, que los socialistas consideraron inaceptable, por la que instaban al PSN a definirse con claridad si les querían o no como socios exclusivos y, por tanto, alejaban cualquier hipótesis de acuerdo con Unión del Pueblo Navarro, marca electoral en Navarra del PP. No hay ningún compromiso cerrado por parte del PSN pero sí la voluntad de negociar con ánimo de pactar. A los nacionalistas navarros, tras reunir ayer a su comisión permanente, les pareció suficiente esa disposición del PSN. La crisis se produjo la semana pasada cuando el PSN no aceptó a un candidato nacionalista para presidir el Parlamento y optó y consiguió colocar a la diputada socialista Elena Torres y, además, con el apoyo de UPN. Pero este escollo no ha hecho zozobrar del todo la nave, quizá porque socialistas y nacionalistas habían alcanzado previamente un acuerdo en torno al 70% de sus respectivos programas.

La dirección de Nafarroa Bai emitió anoche un comunicado en el que anunciaba su intención de "mantener los contactos necesarios para determinar si la voluntad del PSN responde a una intención seria de negociación que pueda culminar en un pacto de coalición de gobierno de progreso para Navarra". No obstante, NaBai quiere dejar patente que su enojo no está del todo pasado y que la invitación de los socialistas a negociar "resulta insuficiente tras las últimas actuaciones institucionales", en referencia a la elección de la presidenta del Parlamento navarro.

Primero el proyecto

La coalición nacionalista mantiene las mismas tesis que la pasada semana, según la cual no puede apoyar la investidura del socialista Fernando Puras si antes no se garantiza un acuerdo "sobre el programa y sobre la configuración de gobierno". Así las cosas, nadie se atreve a lanzar las campanas al vuelo y menos en el PSOE. Muy poco ha cambiado el lenguaje del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en una semana. El pasado lunes aseguró que el acuerdo con los nacionalistas estaba "muy verde" y ayer señaló que las diferencias "no se han superado". Pero tampoco nadie en el PSOE se atreve a decir que no habrá acuerdo con los nacionalistas. "Nosotros no vamos a hacer lo que ha hecho el PP en Canarias, que primero ha pactado las carteras con Coalición Canaria y después de repartidos los puestos han empezado a hablar del programa", señaló José Blanco. Su método es otro: "Nosotros primero el proyecto y si no hay acuerdo en torno al mismo, entonces no hay Gobierno".

Aunque las expresiones José Blanco son más duras que las de sus compañeros navarros, no hay muchas diferencias de fondo. El PSN, y singularmente su secretario general, Carlos Chivite, y el candidato socialista a la presidencia de la comunidad, Fernando Puras, también ven dificultades en los llamados "asuntos identitarios", que no pueden pasar por alto. Desde luego, nada que ponga en cuestión el marco institucional de Navarra como una comunidad foral y autónoma, sin ninguna vinculación con el País Vasco. Pero tampoco pueden aceptar una extensión obligatoria de la enseñanza del euskera más allá del encaje que actualmente tiene en esa comunidad. Las próximas horas son importantes puesto que los negociadores entrarán de lleno en los asuntos más conflictivos, según señalan fuentes socialistas. Se pretende saber si el panorama está despejado para el jueves cuando previsiblemente la presidenta del Parlamento, Elena Torres, llame a los portavoces de los grupos para preguntarles quién tiene apoyos suficientes para someterse al debate de investidura.