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Investigadores analizan en Córdoba la impronta judía en la cultura andalusí

Manuel Planelles

Ochenta expertos internacionales participan desde ayer en Córdoba en el congreso La cultura judeo-árabe de Al-Ándalus, organizado por la Sociedad de Estudios Judeo-Árabes, un organismo que nació en Chicago (EE UU) en 1984. Hasta el jueves se abordará la impronta que dejó en la producción científica y literaria la población judía que residió en Al-Ándalus.

El seminario lo organiza el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO). María Ángeles Gallego, investigadora del CSIC y una de las directoras del encuentro, detalló ayer cómo durante la Edad Media "los judíos escribieron algunas de sus producciones científicas y literarias más importantes en árabe". Grandes estudiosos judíos que vivían en Al-Ándalus elaboraron obras sobre astronomía, medicina o literatura en la que entonces era la lengua oficial en gran parte de la península Ibérica.

En el congreso de Córdoba, que en otras ediciones se ha celebrado en prestigiosas universidades como Princeton, Haifa, Oxford o Cambridge, se abordarán algunos manuscritos descubiertos recientemente por investigadores y docentes. Figuras como el pensador Maimónides o el poeta Judá Leví son algunos de estos célebres judíos que desarrollaron su labor intelectual en Al-Ándalus.

En la jornada de ayer tuvo un lugar destacado el idioma en Al-Ándalus. Participaron algunos lingüistas como el profesor de la Universidad de Zaragoza Federico Corrientes, uno de los investigadores sobre la lengua andalusí más reconocidos de España. Corrientes detalló como el idioma que utilizaban los judíos residentes en Al-Ándalus era, al igual que el resto de ciudadanos, el árabe. Sin embargo, en sus círculos seguían conservando el hebreo.

Árabe y hebreo

"En algunas ocasiones, por ejemplo en composiciones poéticas, realizaban escritos con grafía árabe pero en hebreo, al que los musulmanes no tenían acceso", afirmó, por su parte, el profesor José Martínez Delgado, de la Universidad de Granada.

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Por este motivo el castellano no presenta muchas trazas hebreas de los judíos que habitaron en la península Ibérica hasta el siglo XV, cuando fueron expulsados. "Los términos hebreos que conservamos en nuestro lenguaje, como la palabra 'aleluya', proceden del culto cristiano", aseguró Corrientes.

"El hebreo no era una lengua oficial en Al-Ándalus, por lo que los judíos que habitaban en la Península hablaban perfectamente la lengua del país, el árabe", apuntó Corrientes. La verdadera impronta que ha perdurado durante siglos en el castellano ha sido la del árabe, la lengua oficial durante los ocho siglos de vida de Al-Ándalus. "Es la segunda lengua que más número de palabras ha aportado a nuestro idioma", indicó ayer Ignacio Ferrando, de la Universidad de Cádiz.

"Se calcula que unos 4.000 términos proceden del árabe, el problema es que muchos son tecnicismos, pero unos pocos de cientos están hoy en uso". Se trata de palabras totalmente integradas como alcalde o almohada y de expresiones populares y refranes que escaparon de la persecución lingüística tras la denominada reconquista. "La Inquisición hizo un gran barrido", señaló el profesor Corrientes.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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