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La polémica por una asignatura social

Una asignatura obligatoria para todos

J. A. Aunión

Educación para la Ciudadanía es una asignatura obligatoria para todos los alumnos, no existe la posibilidad de no cursarla. Se podrá seguir discutiendo, como aseguran los expertos, sobre sus contenidos, al igual que se discuten los temarios de Física, Matemáticas o Lengua. Pero, mientras un tribunal o una nueva ley no diga lo contrario, los escolares tendrán que estudiarla en un curso de primaria (5º o 6º) y en otro de secundaria (2º o 3º). Además, se han añadido contenidos de ciudadanía en asignaturas que ya existían: la Ética de 4º de ESO, y la Filosofía de bachillerato.

En las comunidades que han elegido dar Educación para la Ciudadanía en 3º de ESO, los alumnos empezarán a estudiarla el próximo curso (la nueva ley educativa se va implantando gradualmente). Los estudiantes que decidan boicotearla no podrán obtener el título de graduado escolar. Así lo han repetido incansablemente distintos miembros del Gobierno, el Ministerio de Educación y algunas comunidades autónomas. La última vez, y de forma muy contundente, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega: la asignatura está en la ley y hay que cursarla, no hay otra posibilidad.

Los contenidos de la materia, en primaria y en secundaria, son los valores recogidos en la Constitución española y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esto es, la vida en una sociedad democrática, en la que conviven personas de diferentes ideas y creencias que se respetan. También habla del rechazo a la discriminación y la violencia hacia las mujeres, al racismo, la xenofobia o la homofobia. La seguridad vial o cómo funcionan las instituciones democráticas son otros de los temas que se tratan.

Cuando los obispos hablan de algún contenido concreto que les moleste, suelen repetir sólo uno, la referencia a la homofobia. Desde el principio, las alusiones a la homosexualidad, que también ven en la palabra género -ellos prefieren la de "sexo"-, han sido su gran bestia negra. La palabra género se limita ahora prácticamente sólo a las menciones de violencia de género.

Pero, más allá de los contenidos, su gran queja se centra en que lo que consideran la imposición desde el Estado de una moral que no han elegido sus padres. Los contenidos de la asignatura se proponen ayudar al alumno a "construirse una conciencia moral y cívica acorde con las sociedades democráticas, plurales, complejas y cambiantes en las que vivimos". Los obispos interpretan que se les adoctrinará ideológicamente. Sin embargo, esta materia recoge las directrices europeas que indican que los niños, cuando acaben la educación obligatoria, han de saber comportarse como ciudadanos de su mundo. En 15 países europeos, la Ciudadanía es una materia específica.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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