El comité de Delphi se muestra pesimista sobre el avance de las negociaciones
La plantilla acude el lunes a la última reunión con muy pocas esperanzas de acuerdo
Al comité de empresa de Delphi le queda sólo una oportunidad más para arrancar un acuerdo de la dirección de la multinacional. La reunión prevista el lunes en Jerez será la última de la ronda de contactos abierta para llegar a un consenso sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía. Sin embargo, a dos días de que se produzca el encuentro, los trabajadores se muestran pesimistas. El escaso acercamiento de las últimas reuniones han despojado a los representantes sindicales de sus esperanzas. No han tirado la toalla, pero reconocen que el entendimiento es difícil.
"Todo puede pasar, pero tenemos pocas posibilidades de llegar a un acuerdo", reconoce el presidente del comité de empresa de la factoría de Puerto Real, Antonio Pina. "Hemos querido forzar la máquina al máximo, pero Delphi no ha querido ceder". Si el tono de la última reunión se mantiene el lunes, empresa y comité deberán firmar el acta de desacuerdo sobre el ERE, y será la jueza de lo mercantil encargada del proceso quien decida aceptarlo o no. Para ello, deberá recabar un informe de la autoridad laboral -es decir, de la Consejería de Empleo de la Junta-, lo que podría retrasar la resolución del expediente un mes más.
El comité insiste en pedir la conversión del ERE en una suspensión temporal de empleo de seis meses. Durante este tiempo, la plantilla cobraría el paro y comenzaría a formarse para nuevos empleos. La Junta de Andalucía tendría además más tiempo para negociar la llegada de nuevas empresas a la zona para mantener la producción industrial en la factoría.
Así, los 1.600 trabajadores no estaría en ningún momento desvinculados de la actividad. Sin embargo, según explica Pina, "la empresa no ha querido poner sobre la mesa el tiempo que le pedimos". Frente a esta postura de Delphi, los trabajadores han hecho una última oferta: exigen 500 millones de euros de indemnización por la marcha de la empresa y la cesión de todos los activos, desde los terrenos hasta la maquinaria y las patentes.
El comité sabe que es una apuesta arriesgada, y que la dirección no cederá fácilmente. Por eso han hecho un llamamiento a la plantilla para que acuda el lunes a la entrada de la reunión, "para que la empresa y los Garrigues -bufete de abogados que representa a Delphi- se sientan presionados", dijo Pina.
Es también una forma de implicar a todos los trabajadores en estas reuniones. La falta de avances y la inactividad de la factoría ha provocado el nerviosismo en algunos sectores de la plantilla, que han protagonizado varios cortes de carretera en la última semana. Ayer, efectivos de la planta tuvieron que intervenir para sofocar un fuego provocado en el interior del recinto de la factoría en una zona de materiales. Ardieron palés, chapas y otros elementos de producción, utilizados habitualmente por los operarios en las barricadas que montan en sus protestas. La humareda negra pudo verse desde varias poblaciones de la bahía de Cádiz.
Fue un reflejo de lo ocurrido en los últimos tres días en la carretera, donde grupos de operarios han cortado la N-443 que une Puerto Real con Cádiz. Estas acciones no cuentan con el respaldo de la asamblea de trabajadores, aunque el comité entiende que se produzcan protestas aisladas "por la inquietud de los trabajadores" cuando se cumplen cuatro meses de que la multinacional anunciara el cierre de la factoría puertorrealeña. La dirección de Delphi mostró ayer su preocupación "por estos actos violentos que pueden suponer un riesgo para la seguridad de las personas".
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