Matas abandona la política tras conocer que perderá el Gobierno de Baleares
"Al PP no le derrotaron las urnas, sino los intereses de partidos", señala el dirigente popular
"Al PP no le han derrotado las urnas", sino "que le ha separado del poder la política" y "los intereses de partido en los despachos". Así explicó Jaume Matas su fracaso, por el que abandona y renuncia a liderar la oposición del PP de Baleares al futuro Gobierno de centro-izquierda formado por el PSOE, Unió Mallorquina y Bloc. "Ha habido voluntad de excluir al PP de cualquier acuerdo", indicó Matas. El presidente balear, que acudió forzado por José María Aznar a las elecciones de 2003, y por Mariano Rajoy a las de 2007, se dedicará a su labor de economista fuera de España.
"Yo soy el responsable de no haber logrado el acuerdo con UM", afirmó ayer tarde el aún presidente de Baleares, que ocupó el cargo autonómico entre 1996 y 1999, fue ministro de Medio Ambiente con José María Aznar entre 2000 y 2003 y en este último año ganó la presidencia balear por mayoría absoluta, algo que ahora no ha logrado.
El PP obtuvo el 47% de los votos en las elecciones del 27-M, un refrendo "histórico", según Matas, pero insuficiente para mantener el poder pues se quedó a un escaño de la mayoría absoluta tanto en Baleares, como en el Consell Insular de Mallorca y en el Ayuntamiento de Palma. Al partido le era imprescindible una alianza con UM (6% de los votos) para gobernar en los tres sitios, pero fracasó en su intento.
Sin el gobierno de las capitales insulares, perdidos un tercio de los gobiernos municipales, fuera de los ejecutivos de los consejos de todas las islas, que controla el PSOE, el panorama quedó dibujado para el PP como un descalabro monumental. Nunca hasta ahora, y con tantos apoyos, el partido de Mariano Rajoy tendrá tan poco poder institucional en las islas. Unos 600 cargos políticos y de confianza del PP quedarán fuera de las instituciones.
"Yo no soy el futuro del PP en Baleares", manifestó Matas al explicar ante la junta directiva del PP, y después ante la prensa, que no tomaría posesión del escaño en el Parlamento autonómico que le corresponde. "No tiene sentido encabezar un proceso de oposición", declaró.
El político mallorquín, economista y funcionario, de 50 años, detalló también que tras 17 años de vida pública pasará "un período de descompresión" de varios meses y después abordará su pase a la empresa privada, "probablemente en el extranjero". Fuentes de la dirección del PP señalan que Matas ya había acudido forzado a Baleares en 2003, y ahora se lo había pedido de nuevo Rajoy, informa Carlos E. Cué.
Estas mismas fuentes señalan que Matas y Rajoy pactaron que el balear, si lograba gobernar, se quedaría sólo hasta 2008 para dejar entonces la política y trabajar en la empresa privada en Estados Unidos, que es lo que desea. Desde que fue designado ministro, Matas trasladó a su familia a Madrid. Y allí sigue, de manera que el ex ministro vive a caballo entre las islas y la capital.
Matas cede la voz en la Cámara y el posible timón del PP a su segunda en las listas, Rosa Estarás, que ha sido hasta ahora la vicepresidencia del Gobierno. El error y la tumba política de Matas, su imposibilidad para llegar a un acuerdo con Unió Mallorquina, responde a su estrategia electoral, al haber lanzado a Estarás a una campaña desaforada contra su única socia posible. "Maria Antònia Munar creyó que querían meterla en la cárcel", confesó un portavoz de la líder de UM.
El PP posee la más potente maquinaria política de Baleares, cuenta con la mayor implantación urbana y rural y ha manejado con hegemonía casi todas las instituciones insulares desde 1983, con la sola excepción del período 1999-2003 con el anterior pacto PSOE-UM-izquierda. El partido superó desde 1995 sucesivas crisis de liderazgo por la caída del fundador regional Gabriel Cañellas, destituido por Aznar por supuesta corrupción. De aquellas crisis surgió el liderazgo de Matas, que ha gozado de dos mayorías absolutas en la cámara balear y que no pudo reeditar.
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