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La UE y EE UU ponen fin al conflicto sobre el espionaje financiero

Washington y Bruselas llegan a un principio de acuerdo sobre el control de datos bancarios

Europa y EE UU han alcanzado un principio de acuerdo sobre la transferencia de datos financieros de Swift, la empresa belga que mueve 11 millones de transferencias bancarias de todo el mundo al día. El pasado junio, el diario estadounidense The New York Times destapó un programa secreto de la Casa Blanca según el cual la CIA, a través del Tesoro estadounidense, espiaba los movimientos bancarios que le suministra Swift en el marco de "la guerra contra el terror" declarada contra Al Qaeda.

Después de meses de arduas negociaciones, las autoridades europeas, estadounidenses y la propia empresa se han puesto de acuerdo para que la entrega de información al Tesoro de Estados Unidos cumpla las leyes europeas de protección de datos, según señalaron fuentes comunitarias. Fuentes del Gobierno estadounidense advirtieron sin embargo a la agencia Reuters de que el acuerdo todavía no estaba cerrado. En el mismo sentido se pronunció Kara Condom, portavoz de Swift.

Según el borrador del acuerdo, a partir del próximo mes de julio, Swift entrará a formar parte del llamado convenio de puerto seguro, y por lo tanto, deberá respetar las leyes de protección de datos europeas. El Gobierno estadounidense se compromete a destruir los datos que maneja pasados cinco años, y a que la Comisión federal de Comercio de Estados Unidos vigile que esos datos se utilizan únicamente para investigaciones antiterroristas concretas.

Además, las autoridades de la Unión nombrarán a un experto europeo que controlará el uso que los estadounidenses hacen de esa información y que certifique que se deshacen de ella cuando expire el plazo fijado, según explicaron las fuentes consultadas. El principio de acuerdo que se ha ido perfilando en los últimos días, debe aún adoptarse formalmente en las próximas semanas.

El acuerdo de puerto seguro firmado por Estados Unidos y la Unión Europea en el año 2000 garantiza la protección de datos de compañías europeas que lleven a cabo operaciones al otro lado del Atlántico. Al adherirse al acuerdo, Swift se compromete a que los datos que maneja su filial estadounidense gozan de la misma protección que si estuvieran en Europa.

Swift tiene en Estados Unidos lo que los expertos llaman un espejo o una copia de seguridad de los datos con los que trabaja la central europea. A esa filial es la que las autoridades estadounidenses obligan mediante una citación judicial a suministrar información sobre miles de transferencias bancarias que consideran podrían estar relacionadas con redes terroristas.

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Funambulismo jurídico

Artículo 29, el grupo que asesora a la Comisión Europea en materia de protección de datos, evaluó ayer entre otros temas el principio de acuerdo con Estados Unidos. Los responsables de protección de datos de los Veintisiete, que componen este grupo, se mostraron satisfechos por los compromisos de Swift y de Washington, pero también preocupados por el funambulismo jurídico que ha permitido dar cobertura legal al traspaso de información.

"Esto no nos hace felices porque el convenio de puerto seguro está previsto para acuerdos comerciales entre empresas y sólo excepcionalmente para suministrar datos a las autoridades. Ahora van a utilizar la excepción como regla", explican fuentes del grupo asesor.

En el Grupo 29, piensan además que Washington ha encontrado en este acuerdo la horma de su zapato y una vía para tener acceso a los datos de infinidad de compañías multinacionales, pidiendo citaciones judiciales globales a sus filiales en Estados Unidos.

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