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La decana dice que la Ciudad Judicial se ha diseñado de espaldas a los jueces

Sanahuja propone crear un registro unificado de historias clínicas

Jesús García Bueno

El diseño de la Ciudad de la Justicia, que se ha construido entre Barcelona y L'Hospitalet, se ha hecho de espaldas a los que serán sus principales usuarios: los jueces. Lo denunció ayer la juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, que criticó la "ausencia de un modelo claro" para la futura oficina judicial. Sanahuja propuso, además, la creación de un registro unificado de historias clínicas. El objetivo es detectar con antelación malos tratos a menores y evitar así casos como los de las niñas Alba y Claudia.

Si no se producen cambios profundos antes del traslado a la Ciudad de la Justicia, previsto para finales de 2008, las condiciones de trabajo de los jueces "empeorarán". Y el servicio que prestan a los ciudadanos, también. Ésa es una de las conclusiones que planteó Sanahuja durante la presentación, en rueda de prensa, de la memoria de los juzgados de Barcelona de 2006.

Sanahuja centró sus críticas en el Departamento de Justicia, por la "escasa participación" concedida a los jueces en el diseño del proyecto. La disminución de la altura de algunos edificios ha provocado "una reducción aún mayor del espacio disponible", dijo la juez decana, quien aseguró que el nuevo modelo "necesita espacios amplios y flexibles".

La ubicación decidida para la Ciudad Judicial - situada en el límite entre los términos municipales de Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat- tampoco es la más apropiada. "Es una zona muy congestionada. Veremos si las 15.000 personas que deben utilizar las instalaciones podrán llegar cada día en condiciones razonables", advirtió Sanahuja, que no obstante aplaudió la decisión del nuevo director de la Ciudad, Josep Villarreal, de "impulsar un plan de movilidad que debería haberse hecho al principio".

La decana admitió que se han producido "pequeños avances", aunque todavía son "insuficientes". Como ejemplos de lo que queda por resolver citó el "aumento de las salas de vistas"; "disponer de espacios separados para testigos y víctimas", o "garantizar plazas de aparcamiento seguras para los magistrados". "No es razonable transitar por un aparcamiento con las personas sobre las que se ha tomado alguna resolución", precisó.

Mientras, los juzgados de Barcelona soportaron en 2006 una carga de trabajo excesiva. Y en algunos casos rozaron la saturación, según la juez decana. El ejemplo más claro es el de los juzgados mercantiles, que "están a punto de plantarse", porque "las plantillas son muy reducidas".

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Otra de las causas que explica la lentitud de la justicia es la ausencia, por lo general, de sistemas informáticos. "Las estadísticas se confeccionan manualmente, y eso es algo inaceptable en la era de la informática". Para liberar a los funcionarios de un trabajo tan mecánico, la juez decana exigió al Gobierno catalán que impulse los sistemas informáticos necesarios y que apuesta por la "interconexión" de datos entre las administraciones.

La conexión informática de los juzgados con hospitales y servicios sociales permitiría, en su opinión, detectar con mayor rapidez la existencia de malos tratos reiterados. Especialmente, en el caso de menores de edad, mujeres y ancianos. Una iniciativa que evitaría, apuntó Sanahuja, la "descoordinación" en la protección de menores que se puso de manifiesto con el caso Alba, la niña que el año pasado sufrió una grave paliza sin que las administraciones pudieran evitarlo. La juez decana criticó la "falta de interés" de los diferentes departamentos de la Generalitat en crear un registro unificado de historias clínicas al que los jueces puedan acceder "de forma inmediata, con sólo apretar una tecla".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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