Mondragón ha adaptado su valoración a la norma europea

Mondragon Unibertsitatea empezó en 2002 a modificar progresivamente las encuestas al profesorado a medida que iba implantando el modelo Mendeberri, la metodología propia que emplea la universidad privada para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Las nuevas encuestas tienen por objetivo evaluar la docencia pero también revisar cómo están viviendo los estudiantes la adaptación a Bolonia.

Las preguntas giran en torno a cinco nuevos elementos: si la nueva metodología supone una mejor asimilación de los contenidos; si les motiva más en el proceso de aprendizaje; preguntas relativas al trabajo en equipo; al papel del profesor, y por último, preguntas con las que medir la dedicación del estudiante a la asignatura. "Los alumnos no están acostumbrados a trabajar con metodologías innovadoras. Ahora el profesor es más un tutor que un docente magistral, los estudiantes tienen más autonomía y responsabilidad... Contrastar su reacción ante todos estos cambios ha sido vital", señala el vicerrector académico, José María Aizega.

Mondragon combina las respuestas numéricas, en una escala del 1 al 5, con otras abiertas. "El número ayuda a identificar rápido un problema, pero las aportaciones cualitativas son muy valiosas", explica. Cada director académico analiza los datos y se configuran equipos de estudiantes y profesores para estudiar los elementos de mejora. Al profesor mal evaluado se le establece un programa de trabajo con un profesor bien valorado, para revisar la planificación de su asignatura. Además, el profesor hace su autovaloración y el director del departamento también redacta informes sobre los miembros.

Mondragon también ha optado porque las valoraciones positivas puntúen en el sistema retributivo.