Los islamistas dan un ultimátum a los captores del periodista británico

La liberación del periodista británico Alan Johnston, secuestrado hace tres meses en Gaza, se ha convertido en una prueba de fuerza para Hamás, que controla la franja desde el pasado jueves. Portavoces del movimiento islámico advirtieron ayer de que rescatarían por la fuerza al reportero de la BBC si sus captores no lo dejaban libre antes de que terminara el día. El ultimátum sigue a un agrio cruce de declaraciones entre Hamás y los secuestradores, un oscuro grupo denominado Ejército del Islam que exige la excarcelación de presos islamistas.

Nada más expulsar violentamente de Gaza a las fuerzas de Al Fatah, leales al presidente Mahmud Abbas, Hamás proclamó que terminaría con el cautiverio de Johnston y con los secuestros de periodistas. Era un gesto para mostrar su capacidad de "poner orden" en la franja y para suavizar su imagen ante una comunidad internacional que ha contemplado con desmayo cómo el movimiento islamista se adueñaba del territorio. Sin embargo, el anuncio de la inmediata liberación del periodista, emitido el domingo por varios portavoces de Hamás, fue desmentido por el Ejército del Islam, que amenazó con matarlo.

Detrás de esa organización se encuentra Mumtaz Dughmush, líder de uno de los clanes más poderosos de Gaza, que se mueve en una difusa frontera entre el activismo y la simple delincuencia. De hecho, el grupo había pedido inicialmente un fuerte rescate, para luego cambiar sus objetivos. Un vídeo colgado en una web islamista hace dos semanas mostraba a Johnston, que cumplió 45 años en cautiverio, en buen estado, mientras uno de sus captores exigía la liberación de Abu Qutada, palestino encarcelado en el Reino Unido por sus vínculos con Al Qaeda.

Según la BBC, el Ejército del Islam no está emparentado con la red terrorista de Osama Bin Laden, pero algunos informes israelíes vinculan a esta milicia con ella y con Hezbolá.