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Juicio por el mayor atentado en España | 11-M
Columna
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Al final de la escapada

En una de las confesiones públicas más espectaculares, un abogado que trabaja desde hace largos años para la Asociación de Víctimas contra el Terrorismo (AVT), al que ayer le tocó presentar las conclusiones finales en nombre de una de las acusaciones, condensó e hizo una exposición descarnada de la línea política marcada por Aznar desde la misma mañana del 11-M. "Hemos hablado de ETA... No les voy a indultar. En el informe que obra en esta causa sobre los posibles vínculos se analizan quince elementos por separado...Pedimos una sentencia abierta, que quede abierta la investigación... Había relación de encausados con miembros de ETA. Han desaparecido datos de las actuaciones... No vamos a indultarles. Creemos que está ahí y punto. No tenemos pruebas fundamentales", explico y se quedó tan ancho.

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Y observe atentamente el lector. A renglón seguido, el letrado, casi como una consecuencia directa de esa conclusión y de otras en las que acusó a la instrucción de haber tolerado el sembrado de pruebas falsas, añade: "Se retira la acusación contra Jamal Zougam". Si se cuestiona con la desfachatez con la que lo hizo la investigación judicial y policial, ¡Elemental, mi querido Watson!, hay que retirar la acusación contra los procesados.

El letrado, que en la división del trabajo un día habla en nombre de la AVT y otro por una acusación particular, en nombre de esta retira ahora su acusación contra Zougam porque, dice, "no se cree en su identificación pero tampoco en la tarjeta: no es una prueba suficiente" Y sigue: "Lo mismo pasa con Rabei Osman El Egipcio: se duda de la prueba de escuchas telefónicas y de su traducción. Además, este señor vivía en la indigencia y no es lo usual en un dirigente. Existe una sentencia italiana, derivada de los hechos de España; es posible entrar en una vulneración del non bis in ídem. A Trashorras no le acusamos por los 191 asesinatos de los trenes pero sí porque están debidamente acreditados los hechos de Leganés...".

Esta acusación se ha quedado corta: un sumario infectado de presuntas pruebas falsas (Renault Kangoo, colocación deliberada del Skoda Fabia, los vagones destruidos pocos días después, el rechazo del juez instructor a la práctica de pruebas solicitadas por las partes porque desea orientar la investigación hacia un sentido predeterminado, el hecho de que en las paredes de Leganés no apareciesen manchas de sangre, la ausencia de una prueba pericial en regla...) debería conducir a la absolución no sólo de Zougam y Osman sino... de todos los acusados.

Si todas estas patrañas siguen en pie al terminar el juicio, como cree esta acusación, cabe solicitar no la deducción de testimonio contra el ex jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano y Ana, la jefa del laboratorio químico, por "haber puesto zancadillas a una instrucción sumarial en condiciones" sino una nulidad de todo lo actuado y una querella contra la prevaricación de un juez y una fiscal más grande jamás montada, al menos en este país. Este conglomerado de acusaciones próximo al PP ha terminado al final de la escapada allí por donde comenzó: calumniando la instrucción. El juez Del Olmo ganará esa batalla legal imaginaria de la única manera que prevé la ley, con la exceptio veritatis. Es decir, demostrando que su instrucción ha establecido la verdad.

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