Un alcalde 'vigilado'

El alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, está considerado como una estela del presidente provincial del Partido Popular de Castellón, Carlos Fabra, con quien compartió despacho de abogados hace décadas. Calpe había sido militante del Partido Demócrata Liberal y, posteriormente y hasta 1983, del Partit Nacionalista del País Valencia. Después, el desempeño de cargos institucionales como representante del PP le ha llevado tanto al Congreso de los Diputados (tres legislaturas) como a su Ayuntamiento, el de Burriana, donde en la anterior legislatura ocupó una tenencia de alcaldía. Las polémicas urbanísticas llevaron a su jefe de filas en la localidad y hasta ahora alcalde, Alfonso Ferrada, a anunciar su renuncia a presentarse de nuevo para la candidatura municipal, lo que convirtió a José Ramón Calpe en sucesor natural y cabeza de lista del PP en un municipio de más de 30.000 habitantes con, todavía, un enorme potencial de desarrollo tanto económico como urbanístico y una parte del partido escindida y reagrupada en una formación independiente.

El desgaste y los escándalos han supuesto una rebaja del apoyo al PP que, en cualquier caso, mantiene la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Burriana con una lista en la que figuran tres imputados por una querella presentada por el PSPV local, además de la jefa de prensa del propio Carlos Fabra en la presidencia de la Diputación Provincial, que formará parte del equipo de gobierno burrianense. Con 53 años, el hasta ahora concejal de Cultura, que posee el título de profesor de guitarra, ha asegurado que, en 30 días, desbloqueará un importante proyecto urbanizador previsto para el municipio, el de Sant Gregori. Pretende seguir el camino iniciado por su antecesor, Ferrada, aunque estará directamente vigilado por Fabra.