Cuentos para niños, y niñas

No hay día en el que no me sorprenda alguna noticia relacionada con la paridad y el feminismo tonto. Hoy toca discutir sobre el sexo del oso, y no de cualquier oso, sino el que junto al madroño es el símbolo de Madrid. ¡Menos mal que el caballo de la plaza Mayor de la ciudad no ofrece ninguna duda al respecto y podremos ahorrarnos discusiones! No sé si aquellos, y aquellas, que se empeñan en levantar estas polémicas son conscientes de que somos muchos los ciudadanos, de todos los sexos, que empezamos a estar hartos de tanta sobredosis de estupidez que en nada ayudan a mejorar el papel de la mujer en la sociedad y en el trabajo y que en ocasiones sólo son excusas para hacer caja. Yo misma estoy pensando en reescribir todos los cuentos infantiles adaptándolos a los tiempos que vivimos. Si lo hago, comenzaré por el de los Tres cerditos, que se convertirán en Los dos cerditos y la cerdita, ante la imposibilidad de seguir la Ley de Paridad, y para compensar el exceso de machos será la hembra la que construya la casa de ladrillo. A los otros, que se los coma el lobo, o mejor, la loba. ¿Alguien compra la idea.