Elorza ultima un acuerdo con EB para su primera mayoría absoluta en cinco años

El socialista Odón Elorza iniciará mañana su quinto mandato consecutivo como alcalde de San Sebastián con una garantía de estabilidad que no ha tenido el último lustro. Tiene prácticamente resuelto un acuerdo de gobierno con EB-Aralar, lo que le supondría alcanzar una mayoría absoluta inédita en el consistorio donostiarra desde marzo de 2002. El PSE y la coalición de izquierdas cerrarán hoy mismo el pacto si consiguen salvar las últimas diferencias, aunque la firma definitiva del acuerdo no llegará antes del pleno de investidura de mañana.

El regidor donostiarra mantiene un mutismo total sobre los pactos. No se ha referido públicamente a este asunto desde que el pasado 30 de mayo, tres días después de ganar de nuevo las elecciones en la ciudad, abriese una ronda de contactos con todos los grupos municipales para formar un equipo de gobierno sólido. Tras cinco años en minoría, desde que en marzo de 2002 rompiese con el PP, Elorza quiere abrir mañana su quinto mandato con la perspectiva de un gobierno en coalición que le garantice la gobernabilidad, la mayoría absoluta y la aprobación cada año en su fecha de los presupuestos municipales.

La coalición EB-Aralar, que ha pasado del único edil que tenía EB a tres, cuenta con todas las papeletas para compartir tareas de gobierno con el PSE, que logró 11 representantes. La portavoz de EB, Duñike Agirrezabalaga, afirmó ayer que las negociaciones con los socialistas van por buen camino y pueden cristalizar hoy mismo en un acuerdo tras la reunión que tienen prevista ambos grupos. Las asambleas locales de EB y Aralar deberán ratificarlo después por separado, de modo que la firma del acuerdo de gobierno no se produciría antes del pleno de mañana en el que se constituirá la nueva corporación. La coalición no ha decidido aún el sentido de su voto en el pleno de mañana.

Si prospera el acuerdo, EB-Aralar podría hacerse cargo de las concejalías de Participación Ciudadana, Igualdad y Política Lingüística, mientras que los socialistas seguirían gestionando las áreas principales, como Hacienda, Urbanismo, Cultura o Tráfico.

Cabe la posibilidad de que el acuerdo incluya el reconocimiento explícito de la discrepacia de los socios sobre el polémico asunto de la incineradora. El rechazo de EB-Aralar a esta instalación y a su ubicación en terrenos de Zubieta, en el término municipal donostiarra, es el principal escollo de la negociación, según ha admitido Agirrezabalaga, quien ayer insistió: "Hay compromisos que el PSE-EE ha adoptado y en los que no tenemos nada que ver. A partir de ahí, vamos a analizar si nuestra labor puede ser más importante estando fuera o dentro del gobierno".

Mientras, el presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, advirtió ayer al PSE de que si no apoya a la candidata popular Marisa Arrúe para hacerse con la alcaldía de Getxo "será muy complicado" que su partido respalde a los socialistas en otros municipios como Barakaldo y Basauri. Basagoiti pidió los votos del PSE en Getxo para desbancar al PNV a cambio de cerrar pactos de gobernabilidad donde los socialistas necesiten el apoyo del PP. Puso también como ejemplos los consistorios de Trapagarán y Portugalete. Respecto a la alianza PNV-EB en Bilbao, afirmó que era "previsible", aunque mostró su sorpresa por que EB haya conseguido dos concejalías "con menos del 10%" de la representación.

El portavoz socialista en el consistorio bilbaíno, Txema Oleaga, aseguró que su partido va a respetar los 100 días de cortesía para analizar la gestión municipal de ambos socios.