La oposición quiere incluir más derechos en la ley de Víctimas cuando llegue a la Cámara

Los dos principales partidos de la oposición, el PSE y el PP, esperan que el actual borrador de la Ley de Reconocimiento y Protección de las Víctimas del Terrorismo sea completado y mejorado en su trámite parlamentario, sobre todo concretando y consolidando algunos derechos que, en su actual redacción, quedan a discreción de las administraciones.

El texto fue presentado el miércoles por la Dirección de Víctimas a nueve asociaciones de afectados, entre las que estaban la de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las de Euskadi, Cataluña, Andalucía, Extremadura, Galicia y Cataluña, y Arco. La AVT rechazó la invitación, pero el Gobierno le ha enviado el texto. Todas ellas tienen un mes para hacer las aportaciones que consideren.

Sin embargo, no se ha entregado de momento el borrador a los grupos parlamentarios para que lo analicen. Tanto el PP como el PSE lo consiguieron de manera extraoficial por medio de los asistentes a la reunión organizada por el Ejecutivo, según aseguran.

Aunque las dos formaciones van a hacer un estudio más profundo en los próximos días, en una primera lectura consideran que el texto adolece de muchas generalidades, que habrán de resolverse en la discusión parlamentaria. Ambos partidos consideran positivo que el propio Ejecutivo haya hecho público el borrador, porque ahora va a ser más complicado que los departamentos afectados intenten recortarlas antes de su aprobación en el Consejo de Gobierno.

"Velas al Diablo"

Para el PSE, el principal objetivo es lograr que la futura ley "sea de todos" y, por lo tanto, salga con el consenso de los partidos democráticos, explicó ayer su dirigente Jesús Loza. Para este parlamentario socialista "hay cosas mejorables en asuntos relacionados con la memoria, la justicia y la verdad a la que tienen derecho las víctimas". "Y creemos que el título de la ley no es el más acertado. Deberíamos cambiar el término 'protección' por 'reconocimiento' o 'solidaridad".

El PSE quiere hablar con los colectivos de víctimas para conocer cuáles son sus inquietudes y cotejar el texto definitivo con las demandas directas de los afectados por la violencia.

Para el PP la principal preocupación, a falta de un análisis más exhaustivo del texto, es que "el Gobierno de Ibarretxe, después de poner una vela a Dios, ponga otra al Diablo". El popular Santiago Abascal teme que el Ejecutivo se sienta legitimado, después de promover una ley de ayuda a las víctimas a impulsar nuevas medidas favorables a los familiares de presos de ETA o a su entorno. "Espero que el Gobierno no crea que ya ha cubierto el expediente y ahora se vuelque con quienes crean las víctimas", declaró. El PP también va a recabar información entre los colectivos de víctimas para intentar que la parte expositiva de derechos "no se quede en pura retórica".