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EE UU aprueba una ley de mínimos sobre la venta de armas

La norma mejora el acceso a los datos penales de los compradores

Yolanda Monge

La matanza perpetrada a tiros por un perturbado mental el pasado 16 de abril en la Universidad Politécnica de Virginia no dejó indiferente a nadie. El sistema de control sobre el acceso a las armas de fuego resultó insuficiente. Había que hacer algo. El miércoles por la noche, la Cámara de Representantes de EE UU aprobaba la primera ley sobre control de armas, aunque de mínimos, en más de una década.

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Aunque lo dado parece un paso de hormiga en una tragedia de proporciones gigantes. Un convenio de mínimos. Un sencillo pero significativo dato: la nueva ley tiene el visto bueno de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en sus siglas en inglés), el poderoso grupo de presión con gran influencia en el Congreso que defiende la posesión de armas con las mínimas restricciones.

En una extraña alianza de la NRA con la mayoría demócrata en el Congreso -auspiciada por la representante Carolyn McCarthy, cuyo marido murió tiroteado en 1993 en el tren de Long Island-, la iniciativa legislativa tiene como fin mejorar el intercambio de información entre los Estados y el Sistema Nacional de Verificación de Antecedentes Delictivos, a fin de impedir que las armas de fuego lleguen a manos de ciertas personas, incluidos delincuentes y enfermos mentales.

Como llegaron a las del surcoreano Cho Seung-hui, quien asesinó en abril a 32 estudiantes y profesores antes de suicidarse. Cho había recibido la orden de someterse a un tratamiento psiquiátrico y debió impedírsele la compra de las dos pistolas que utilizó en la matanza. Algo que nunca sucedió. El Estado de Virginia nunca reenvió esa información al sistema nacional que verifica los antecedentes.

La Cámara de Representantes aprobaba la iniciativa el mismo día que la Administración de Bush hacía público el informe sobre la matanza de Virginia. Las agencias involucradas en la redacción del informe han concluido que ni la universidad, los médicos ni la policía tenían conocimiento de qué información podían legalmente compartir, algo que se espera la nueva ley corrija.

La propuesta debe ser ahora aprobada por el Senado -lo que ocurrirá con casi total seguridad- y luego rubricada por el presidente, George Bush. Cuando esto suceda, la nueva legislación sobre control de armas será la primera desde que en 1994 se aprobó la Ley Brady -recibe el nombre del guardaespaldas herido en el atentado contra Ronald Reagan-. En aquel año, el último -hasta ahora- en que los demócratas controlaron la Cámara de Representantes, la Administración de Bill Clinton prohibió la posesión de algunas armas de asalto. En 1996, el Congreso añadió a los convictos por violencia doméstica dentro de la lista de las personas que no pueden adquirir armas de fuego.

Ayer, el senador demócrata Charles Schumer, quien apoya la legislación de control de armas, afirmó que las probabilidades de que el Senado apruebe el proyecto son "muy altas". "Cuando la NRA y yo coincidimos en alguna legislación, uno sabe que esa legislación será aprobada", señaló Schumer.

Cho Seung-hui, el autor de la matanza de Virginia.
Cho Seung-hui, el autor de la matanza de Virginia.AP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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