El futuro es idiota
Hay películas que llegan a las salas con las mismas posibilidades que una res entrando en el matadero: sin respaldo promocional y con escasas copias, Idiocracy, segundo largometraje de imagen real del padre de Beavis y Butthead tras la estimable Trabajo basura (1999), llega a los cines para morir... y es una verdadera lástima, porque pocas comedias americanas recientes hurgan con tanta pertinencia en el estado (y el porvenir) de nuestra cultura globalizada.
En Idiocracy, Mike Judge corrige las dos antiutopías más influyentes del siglo XX -1984 y Un mundo feliz- para proponer un futuro que no está regido por el control del pensamiento, ni por la administración del placer, sino por el triunfo demográfico de la estupidez. Se trata, en suma, de una visión apocalíptica a la medida de los tiempos del YouTube, las bebidas energéticas y el tribalismo de grada. Le falta ritmo y algo de carisma, pero su mala leche sin aditivos parece haberse preservado en una cápsula criogénica sellada en los setenta.
IDIOCRACY
Dirección: Mike Judge. Intérpretes: Luke Wilson, Maya Rudolph, Dax Shepard, David Herman. Género: comedia. Estados Unidos, 2006. Duración: 84 minutos.
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