Serbia exige a la UE el reconocimiento de que Kosovo forma parte de su territorio
Bruselas reanuda el diálogo con el Gobierno de Belgrado sobre un acuerdo de asociación
Serbia logró ayer recuperar la iniciativa sobre su futuro en la UE, al vincular su cumplimiento de los estándares comunitarios con la exigencia al respeto de la integridad de su territorio. El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, aprovechó el día en que se reanudaron las negociaciones del Acuerdo de Asociación y Estabilización con la UE, por su colaboración con el Tribunal Penal de la Antigua Yugoslavia (TPIY), para pedir a la UE que reconozca que Kosovo, provincia serbia bajo administración de la ONU, forma parte de su territorio.
El comisario de Ampliación, Olli Rehn, y el viceprimer ministro serbio, Bozidar Djelic, reanudaron ayer las negociaciones, del Acuerdo de Asociación y Estabilización. Las reuniones se habían suspendido hace un año porque la UE estimó insuficiente la colaboración de las autoridades de Belgrado para detener a los responsables de los crímenes de guerra de la antigua Yugoslavia. Sin embargo, la decidida colaboración de Serbia con el TPIY al facilitar la detención del general serbio Zdravko Tolimir, uno de los principales asesores del general Ratko Mladic, el pasado 31 de mayo, fue acogida muy positivamente por Bruselas y propició reanudar las negociaciones.
El Acuerdo de Asociación y Estabilización es un paso previo a la declaración de país candidato, condición para el inicio de las negociaciones de adhesión a la UE. El citado acuerdo permitirá una expansión del comercio entre Serbia y la UE y atraerá inversiones europeas hacia la antigua república yugoslava.
Kostunica saludó ayer la reanudación de las negociaciones y mostró su determinación a cumplir "completamente todos los estándares europeos generalmente aceptados", pero también insistió en que "la Unión Europea debe aceptar las fronteras de Serbia internacionalmente aceptadas y que Kosovo y Metohija representan una innegable parte del territorio serbio", según un comunicado del primer ministro. Según esta declaración, Kostunica espera que "la UE, basándose en el principio de igualdad de todos los Estados europeos, respete la resolución 1244 de Naciones Unidas, que es obligatoria para todos los países miembros de la ONU y que confirma que Kosovo y Metohija forman parte de Serbia".
Con este audaz pronunciamiento, el líder serbio ha tomado la bandera de cumplir los criterios internacionales y exige correspondencia. Las palabras de Kostunica llegan en un momento en el que el futuro de Kosovo se encuentra en una situación cada vez más crítica. Por una parte, la UE apoya el plan diseñado por el mediador de Naciones Unidas, Martti Ahtisaari, que propone un proceso de "independencia vigilada" en un marco de consenso. Este plan, que cuenta con el respaldo total de la UE, contaría con el apoyo de una oficina de seguimiento, integrada por unos 200 especialistas, que ayudarían a las autoridades kosovares a dotarse de las instituciones policiales y judiciales necesarias para establecer un Estado con los criterios democráticos de Naciones Unidas. La situación se encuentra paralizada por la oposición de Rusia, que es miembro permanente del Consejo de Seguridad y, por tanto, con derecho de veto. Moscú exige que cualquier solución cuente con el acuerdo previo de Serbia.
La búsqueda del consenso con Serbia y en Naciones Unidas podría dinamitarse y tomar una senda peligrosa si prospera la iniciativa del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de apoyar un proceso de independencia unilateral.
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