Monedas paritarias
El Congreso debate hoy la inclusión de imágenes de mujeres en los euros
Cervantes, el Rey y la catedral de Santiago de Compostela circulan por todos los monederos españoles. Pero no hay mujeres en los euros nacionales. El grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados pretende que esto cambie y que la paridad llegue también a las monedas. Una mujer por cada hombre. Y propone que la primera incluida sea Clara Campoamor, una de las primera diputadas en las Cortes de la Segunda República y principal defensora del voto femenino en España.
El Grupo Socialista propone que Clara Campoamor sea la primera imagen femenina representada
La proposición no de ley que han presentado los socialistas se debate hoy en el pleno y se prevé que sea aprobada por todos los grupos. "Sería absurdo suponer que en el siglo XXI algún grupo se va a oponer a esto", subraya Elvira Cortajarena, la diputada que la promueve. El objetivo es "reconocer la aportación de las mujeres a los cambios sociales y políticos y quebrar la organización social basada en un concepto patriarcal".
Las mujeres han estado escasamente representadas en las monedas españolas. En las pesetas, vigentes desde 1868 hasta 2001, sólo han aparecido dos: La Reina Sofía, detrás del Rey, en monedas de 500 y la escritora gallega Emilia Pardo Bazán en unidades de 10 pesetas acuñadas en 1996. También se han puesto en circulación piezas con figuras alegóricas femeninas, como Hispania.
Antes de la peseta, las reinas españolas sí han tenido un cierto peso numismático. Ha habido monedas acuñadas con la efigie de Isabel la Católica, de Juana de Castilla y de Isabel II. El mundo euro también ha conocido representaciones femeninas como la Dama de Elche, la maja de Goya, las Infantas, la princesa Letizia o Isabel la Católica, pero sólo en monedas conmemorativas o de coleccionista. Acostumbrar al ciudadano a que existen mujeres célebres más allá de la monarquía constituye el fin de esta medida. "Para que la igualdad sea real también se tiene que basar en lo simbólico, algo como la moneda", reflexiona Cortajarena.
La situación no es muy diferente en otros países de la zona euro. La diputada socialista ha rastreado los euros extranjeros en busca de mujeres y ha descubierto que, "en los países donde no existe ley sálica, aparece una buena cantidad de mujeres, pero suelen ser jefas de Estado". No existen muchas más mujeres insignes en los medios de pago.
Pero ver un rostro diferente al de Cervantes o al del Rey en los euros españoles no será tarea fácil. Los reversos actuales datan de 2002, cuando el euro se introdujo como moneda de curso legal en 12 países comunitarios. Y seguirán vigentes al menos hasta 2008, según la resolución adoptada por la Unión Europea. A partir de entonces se podrá decidir cambiarlas o mantenerlas como están.
Para estrechar los vínculos de los ciudadanos con su moneda, Bruselas se propone hacer una encuesta en toda Europa para ver si la mayoría es partidaria de renovar las caras nacionales de las monedas de euro o se siente satisfecha con los personajes actuales. El debate deberá estar cerrado como muy tarde a finales del año próximo.
Fuera de esa decisión comunitaria, los países sólo pueden renovar la cara nacional de la divisa en dos casos: para acuñar monedas conmemorativas, como se ha hecho en España varias veces, o por cambio del jefe de Estado, según explica una portavoz del Ministerio de Economía.
La proposición socialista insta a que el Gobierno, sea cual sea, plantee este cambio en cuanto pueda, en el momento en que Bruselas dé vía libre al relevo en los rostros del euro. Y que sea Campoamor quien inaugure la serie. "Fue la valedora fundamental de los derechos políticos de la mujer", apunta Cortajarena. Con los billetes no hay problema. Son iguales en todos los países de la zona euro y representan puentes, puertas y ventanas de siete periodos históricos distintos. Y, los monumentos, por el momento, no tienen sexo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.