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Reportaje:Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

Una verdad tranquila

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional censura sin complejos a quienes intentaron enturbiar el proceso

Jamal Zougam se lleva rápidamente la mano a su nariz aguileña. Es un gesto nervioso, intuitivo, como si todavía llevara puesta la férula que le sirvió de disfraz aquella mañana del 11 de marzo y que se quitó después de poner una bomba en el primer tren. Es la teoría del fiscal Javier Zaragoza. Que Zougam, después de dejar el primer artefacto, se bajó del vagón, se despojó de su disfraz tan precario, recogió otra bolsa cargada de explosivos y repitió la acción en el siguiente convoy.

-Hay dos personas que lo ven cuando golpea con su bolsa a un viajero que va leyendo un libro...

Y es entonces cuando Zougam se lleva la mano izquierda a su nariz aguileña y una sonrisa nerviosa surca su rostro casi siempre sombrío, un rostro que puede ser el de un indio o el de un árabe, el de un gitano o el de un jornalero andaluz al final de la vendimia, pero que aquella mañana tan temprano se quedó impreso -con férula y sin ella- en la retina de quienes, viajando hacia la muerte, tuvieron la inmensa fortuna de apearse una estación antes.

"No hay nada más indigno que buscar la mentira", afirma el fiscal jefe de la Audiencia
"Es absolutamente ridículo pensar que alguien ha adulterado las pruebas", dice Zaragoza
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El fiscal Zaragoza sigue hablando. Es importante lo que dice, pero, sobre todo, es importante cómo lo dice. Ha desplegado sobre la mesa unos folios escritos con tinta de pluma azul. Desde el final de la sala, y con la ayuda de la cámara cenital, parecen los apuntes de un estudiante. Esquemas, conceptos, frases sueltas, y una cita muy bien traída de Cicerón...

-No hay nada más hermoso que buscar la verdad, pero no hay nada más indigno que buscar la mentira y tratar que esa mentira se convierta en verdad...

Hasta da la impresión de que el guión del fiscal Zaragoza -gesto serio, gafas de cerca suspendidas a media nariz- está escrito en el reverso de folios que ya sirvieron para otra cosa. Porque el objetivo de esos folios no es desmenuzar la culpabilidad de unos y otros -ya lo hará luego la fiscal Olga Sánchez- sino poner los andamios de su verdad tranquila.

-Las pruebas se acumulan por centenares, pruebas de carácter incriminatorio. Todas las pruebas apuntan a que estos personajes -y señala la habitación de cristal blindado- los que perpetraron los atentados... Es absolutamente ridículo pensar que alguien ha adulterado las pruebas, los ADN, las huellas...

Y es en la elección de esa palabra, "ridículo", donde la intervención del fiscal Zaragoza da en el clavo. Durante 46 largas sesiones, el ridículo ha irrumpido en la sala día tras día, patrocinado siempre por los mismos abogados. Un ridículo que, por primera vez sin complejos, el fiscal jefe va desgranando. El intento de hacer cómplice a la policía, la versión de que en el piso de Leganés no se suicidaron siete terroristas. Que aquello fue una pantomima ideada por los servicios de seguridad españoles que, conchabados con los socialistas, llevaron allí los cuerpos ya muertos de los terroristas y los hicieron estallar, aunque para darle credibilidad al esperpento no tuvieran más remedio que sacrificar la vida del agente de los GEO Francisco Javier Torronteras... Sin citar, pero sin dejar una rendija a la duda, el fiscal Zaragoza habla de cambio de roles, de acusaciones que se convierten en defensas, de un ex director de la Policía -Agustín Díaz de Mera- que con su testimonio descabellado causó un daño "irreparable" al cuerpo que dirigió y en el que todavía sirven dos de sus hijos. Zaragoza no se deja en el tintero un recuerdo al principal instigador de la conspiración.

-La única manipulación, la única alteración constatada de una prueba, es la del temporizador...

La cámara enfoca entonces a Abascal, que también tiene las gafas a media asta, pero que ya a estas alturas del alegato del fiscal comparte con Zougam, su defendido, una sonrisa nerviosa. Fue él quien alteró...

Zaragoza no se olvida de los acusados. Después de despacharse a gusto con Zougam, le pone la proa a Zouhier. El confidente que no informó de lo verdaderamente importante. De sus reuniones en distintas hamburgueserías de Madrid donde hizo de puente entre la trama asturiana de los explosivos y la célula islamista.

-Zouhier hizo 11 declaraciones. En la policía, en los juzgados... Y ni una sola de esas 11 declaraciones se parece a la otra. Analicen cada una de ellas. Hay contradicciones continuas.

Zouhier mueve la cabeza diciendo que no. También se le escapan los nervios por la sonrisa, como dándolo todo por perdido, nada que ver con aquel torbellino que declaró ante el juez ser "superinocente". Se acabaron los fuegos de artificio, las declaraciones rimbombantes, los conatos de huelga de hambre... La declaración tranquila del fiscal Zaragoza -subrayada por la tarde por la fiscal Sánchez- va cerrando ya el juicio. También Emilio Suárez Trashorras atendió al fiscal Zaragoza de forma distinta. Varias sesiones atrás, cuando varios peritos acudieron al juicio para disertar sobre su salud mental, el jefe de la trama asturiana se puso los cascos y escuchó la traducción en árabe de su diagnóstico. Ayer no fue capaz de hacerse el loco. Escuchó con atención, casi con respeto, a Zaragoza. Y cuando éste dice...:

-Los forenses de la Audiencia Nacional han dicho muy claramente que este individuo tiene trastornos de la personalidad, pero no es un enfermo mental.

...Trashorras sonríe. La misma sonrisa nerviosa de Zougam, de Zouhier... El juicio se acaba. Dentro de pocas sesiones, tal vez en la primera esquina del mes de julio, quedará visto para sentencia. Y a la vuelta del verano, tal vez ya en el otoño, tres jueces dirán la última palabra sobre la verdad y el ridículo.

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, expone el informe final de la fiscalía en el juicio del 11-M.
El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, expone el informe final de la fiscalía en el juicio del 11-M.EFE

ALEGATO DEL FISCAL CONTRA EL BULO DE LA CONSPIRACIÓN

- Situaciones procesales grotescas. "Se han vivido situaciones grotescas en lo procesal: ha habido intercambio de roles en las partes del proceso, lo que puede calificarse de esquizofrenia procesal. Se ha producido un proceso paralelo basado en sospechas sin fundamento y en una idea preconcebida. Se ha dicho que la bolsa de Vallecas no se encontró en la estación de El Pozo; se ha dicho que los efectos encontrados en la Renault Kangoo fueron colocados allí posteriormente; se ha dicho que el Skoda Fabia fue colocado por el CNI; todo lo que se ha dicho sobre Leganés supera los límites", comentó el fiscal Javier Zaragoza en la vista. Y añadió: "Se ha intentado colar como detonador usado por la banda terrorista etarra un temporizador eléctrico de una lavadora".

- Legitimidad de la libre información. "Una sentencia de EE UU se pronuncia sobre los límites de la libertad de expresión e información. Tres son los requisitos de la legitimidad de la libre información:

1.- Interés público de la noticia.

2.- Veracidad de la misma.

3.- Ausencia de expresiones injuriosas.

"No es legítimo que se hagan campañas de críticas a los procesados o al propio tribunal sobre todo cuando se cuestiona la imparcialidad de los jueces, lo que crea una situación de descrédito sobre la actuación de los tribunales".

"No se puede cuestionar años y años un suceso cuando el proceso judicial ya ha arrojado datos suficientes sobre los diversos aspectos del mismo. No se puede cuestionar años y años con sospechas sin fundamento".

- La dinamita y la lógica procesal. "No se puede decir que como no se ha acreditado el tipo de dinamita, ninguno de los acusados ha participado en los hechos; esto rompe toda la lógica procesal".

"Los peritos que niegan la teoría de la contaminación por absorción no han dado explicación alternativa alguna. En cuanto al tipo de explosivos usados en los trenes, en marzo tras los atentados, la perito de los TEDAX señaló la existencia de componentes de dinamita. No encontró nitroglicerina ni DNT".

CONTRA EL JUICIO PARALELO

Censura a las teorías descabelladas sobre la matanza de los trenes

En la primera exposición general de la fiscalía sobre el juicio, el jefe del ministerio público, Javier Zaragoza, expresó su lamento por el juicio paralelo que han pretendido hacer los téoricos del bulo de la conspiración.

Las pruebas que incriminan a los islamistas

La fiscalía detalló ayer en el juicio las "sólidas y abundantes pruebas" que han acreditado que una célula islamista está detrás de los atentados.

El dislate de Díaz de Mera, según el fiscal jefe

El fiscal jefe de la Audiencia, Javier Zaragoza, tildó de "auténtico dislate" la acusación del director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, sobre ETA y el 11-M.

ALEGATO DE LA FISCAL

Olga Sánchez detalla las acusaciones

La fiscal Olga Sánchez continúa en la sesión de hoy con su exposición sobre las pruebas que acreditan la participación de los procesados en el atentado.

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