Carmen Thyssen quiere añadir obras españolas al museo madrileño

La colección internacional de Carmen Thyssen, que se exhibe en el palacio de Villahermosa, objeto de negociaciones de compra por parte del Gobierno, podría verse modificada en su fisonomía si triunfa la pretensión de la baronesa de incluir en ella cuadros de su colección española. "Creo que como un gesto mío, algunos cuadros españoles deberían ir a esa colección", declaró Carmen Thyssen en conversación telefónica desde su casa de Girona. "La primera vez que hice una exposición en 1996, en Madrid, había cuadros españoles y tuvieron un éxito impresionante. Yo creo que al ser el Thyssen un museo internacional tendría que haber cuadros españoles también. Sería mi orgullo y mi ilusión que se incluyeran".

Estas declaraciones están destinadas a suscitar polémica porque, hasta el momento, la baronesa había destinado sus cuadros de pintura española (algo más de trescientos) a diversos museos que se abrirán en Sevilla, Málaga y Sant Feliu de Guíxols, en los próximos años.

La negociación con el Gobierno se refería a los cuadros de la colección internacional que actualmente se exhiben en la ampliación del Museo Thyssen, que se inauguró el 10 de junio de 2004. Los cuadros fueron prestados gratuitamente por la baronesa por 11 años, hasta 2011. Según un portavoz del Ministerio de Cultura, contactado por este periódico, "la colección del barón es una gran colección. La colección de Carmen Thyssen es una colección muy interesante", pero está por ver que ese interés se mantenga al mismo nivel si cambia la lista de cuadros que la integran.

En estos momentos, en el Museo Thyssen se exhibe la colección histórica del barón Thyssen-Bornemisza, adquirida por el Estado español en junio de 1993, compuesta de 775 cuadros, y, en una zona separada, la de la baronesa, que ocupa 16 salas en la ampliación del museo. Y ésa es otra de las cosas que Carmen Cervera quiere resolver en la misma negociación de venta de su colección. "Lo que quiero ahora mismo es colocar la colección de mi marido y la mía juntas. Cuando se inauguró la remodelación del museo, me pidieron que los míos fueran en la ampliación. Pero mi idea es que esté todo junto, porque otra cosa no tiene sentido".

La marcha de las negociaciones no ha distraído a la baronesa de otra de sus principales preocupaciones: la reforma del eje Prado-Recoletos. Pese a los cambios que el arquitecto Álvaro Siza había aceptado incluir, Carmen Thyssen se mostró en total desacuerdo con los planes que hay sobre la mesa. "¿Cómo es posible que vaya a poner un carril-bus entre los árboles, como una plataforma? Pero, ¿qué tontería es ésa?". declaró en la misma conversación. La baronesa está dispuesta a seguir con la batalla. "No se puede matar a esos árboles. Aparte de que quitar todo el tráfico del centro y no plantar nada, significa que queda todo desolado. Siza ya ha hecho varias cosas así. Ha dejado desiertos en plazas de Portugal que eran preciosas, y en otros sitios. Tiene la manía de quitar los árboles. Y dejar esa zona del centro vacía. Porque, aunque planten árboles, tardan como poco 30 años en crecer".

La baronesa estaría más contenta con un plan sencillo, que mantuviera el tráfico por el centro del paseo del Prado, y eso sí, que dejara los dos laterales libres, "para carga y descarga", de modo que los turistas que llegan en autobús a ver el museo puedan bajarse tranquilamente en la misma puerta.