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La juez rectifica y no visionará las 400 horas del vídeo de los Mossos en Les Corts

El fiscal recurrió al creerlo innecesario para investigar un caso de presunto malos tratos

Donde dije digo, digo Diego. La titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona, que investiga un caso de presuntos malos tratos en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Les Corts rectificó ayer una decisión suya de tres semanas. La magistrada considera ahora que no es necesario visionar las más de 400 horas del vídeo grabadas con cámara oculta en la sala de cacheos porque "son inútiles para los fines de la investigación y pueden ser perjudiciales para los derechos de otros ciudadanos". Es lo que opinaba la fiscalía y por eso le recurrió la decisión.

El Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona investiga la agresión que sufrió Rubén Pérez Marcos, de 37 años, en la sala de cacheos de Les Corts. Una de las pruebas clave del caso es un vídeo de 11 minutos de duración grabado con cámara oculta en el que aparecen un cabo, un mosso y otros dos agentes en prácticas de la policía autonómica que le propinan una paliza al detenido. Ese episodio forma parte de más de 400 horas de grabación ininterrumpidas durante 18 días con una cámara instalada por el grupo de Asuntos Internos.

Los abogados defensores de los cuatro agentes que aparecen en el vídeo solicitaron el pasado 10 de mayo a la magistrada Mireia Salvà diversas pruebas. La juez las aceptó todas al cabo de seis días. Entre ellas, que el Departamento de Interior de la Generalitat le enviase para su visionado "la copia del soporte original, íntegra, completa y sin editar de la grabación de la cámara instalada en Les Corts, en el cuarto de cacheos". La defensa pretendía demostrar así que la actuación de sus clientes fue un episodio sin mayor trascendencia en el conjunto dela actuación policial.

Precisaba la juez en su decisión de solicitar el vídeo que cuando hablaba de grabación íntegra se refería a "la grabación total de todos los días que estuvo instalada la cámara". O sea, 18 días. El fiscal recurrió al entender que esa prueba era innecesaria para la investigación que estaba en marcha y que, además, podría vulnerar el derecho a la intimidad tanto de los más de 900 detenidos que aparecen en las imágenes, como de los policías que participan en los cacheos.

Al final la juez ha atendido esos argumentos y sólo ha solicitado la grabación original en la que aparece Rubén Pérez y los cuatro policías. Todos ellos están suspendidos de empleo y sueldo por el Departamento de Interior desde el pasado 11 de abril. En el caso están imputados también otros dos mossos.

En esas más de 400 horas de grabación, también aparece una detenida que, esposada y semidesnuda, es abofeteada por una agente de los Mossos d'Esquadra. El caso lo está investigando otro juzgado.

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