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Cataluña tras el 27-M

Puigcercós emplaza a los críticos de ERC a elevar sus propuestas al Consejo Nacional

Miquel Noguer

El plantón de Jordi Portabella a Jordi Hereu es sólo una de las consecuencias del estado de ebullición en que se encuentra Esquerra Republicana. El partido ha digerido mal sus discretos resultados electorales del 27-M y la sombra de una crisis interna se extiende día a día. El secretario general de ERC, Joan Puigcercós, tuvo que salir ayer al paso de un nuevo episodio. Dirigentes del partido próximos a él han impulsado un manifiesto en el que piden una nueva línea estratégica para ERC, un congreso anticipado y una renovación de la ejecutiva del partido. El manifiesto llega después de que el ex consejero de Gobernación Joan Carretero haya reactivado su plataforma crítica con unas reivindicaciones parecidas.

Hay una diferencia entre ambas plataformas: la de Carretero, llamada Reagrupament.cat, propugna una renovación a fondo de la dirección de ERC, de la que no excluyen ni a su presidente, Josep Lluís Carod, ni al secretario general, Joan Puigcercós. Los impulsores de la segunda plataforma, Esquerra Independentista, prefieren hablar de "relevo generacional", lo que podría dejar intacta la figura de Puigcercós o darle, incluso, más protagonismo en detrimento de Carod.

El secretario general de ERC negó ayer estar detrás de Esquerra Independentista, pero reconoció que conocía de antemano algunas de sus intenciones. "Estaba enterado de que promovían un manifiesto, pero no sabía que lo querían hacer público hoy [por ayer] y tampoco que querían anticipar el congreso".

Aparte de esto, Puigcercós reaccionó de forma ambivalente ante el manifiesto. Por una parte, lo criticó en el aspecto formal, al igual que ya hizo el pasado fin de semana con los últimos movimientos desestabilizadores de Carretero. "Exigimos responsabilidad, sentido común y lealtad", subrayó, porque "en estos momentos estamos hablando en toda Cataluña de mayorías y alianzas poselectorales". Pero Puigcercós evitó criticar el fondo de la iniciativa. Es más, dijo que el avance del congreso que piden estos sectores es algo de lo que "se puede hablar". Hasta puso fecha para hacerlo: el 7 de julio, fecha en que ERC celebra su Consejo Nacional.

Puigcercós se mostró contrario a avanzar el congreso al próximo verano. La razón que esgrimió fueron sus sospechas de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está pensando en un adelanto electoral para las generales, previstas para marzo de 2008. El secretario general del partido no quiere cambios radicales a pocos meses de estos comicios. Otra cosa es que Puigcercós sí esté a favor de cambiar el rumbo del partido. Ayer habló de la "necesidad de resituarse" ante "el nuevo marco político". Pero Puigcercós insiste en que nada de esto debe llegar antes de cerrar los pactos municipales e insistió en la fecha del 7 de julio.

Los críticos del sector de Carretero intentarán ese día resarcirse de su apabullante derrota de 2006 cuando apenas lograron 90 de las 2.000 firmas necesarias para forzar la convocatoria de un congreso. La segunda plataforma crítica, Esquerra Independentista, también intentará ser escuchada. Uriel Bertran, uno de sus impulsores, defendió ayer el avance del congreso. "Pedirlo es de sentido común; tenemos que acudir a las generales con una dirección de consenso", dijo.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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