La reforma laboral genera cerca de un millón de empleos fijos en un año

La reforma laboral está animando el empleo indefinido, aunque menos de lo que revela el registro oficial de contratos. El Ministerio de Trabajo tiene contabilizados más de dos millones de contratos fijos desde que entró en vigor la norma, hace casi un año. Pero los indefinidos que realmente se han dado de alta en ese periodo suman menos de la mitad, 857.305. La discrepancia responde a que el primer dato no descuenta a quienes salen del mercado por jubilación, despido, cambio de empresa u otros motivos. Con todo, es la mayor alza de fijos registrada nunca en Seguridad Social.

La Seguridad Social cuenta hoy 857.305 nuevos trabajadores fijos. La cifra, revelada ayer por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, supone un aumento del 10% respecto a los que figuraban hace 11 meses, cuando entró en vigor la reforma laboral destinada a frenar la precariedad. Se trata de un récord de afiliación, según este departamento, que pone a tiro el millón de nuevos trabajadores fijos en un año. Mientras, los cotizantes con contrato temporal han caído un 1,2%, equivalente a 65.678 afiliados menos.

Con ser positivo, el dato de Seguridad Social resulta mucho menos espectacular que el de los contratos que registran los servicios públicos de empleo. Frente a los casi 2,2 millones de nuevos contratos fijos de los que tiene constancia Trabajo entre julio del año pasado y mayo de 2007, los nuevos afiliados indefinidos no llegan a la mitad. Los expertos consultados coinciden en que el dato creíble es el de la Seguridad Social, pues ofrece el saldo neto. Es decir, a las entradas en el mercado laboral les descuenta las salidas, mientras que el registro de contratos recoge datos brutos.

Trabajo informa mensualmente de la evolución de esos contratos, pero no suele ofrecer la traslación del empleo indefinido a los puestos reales en Seguridad Social. Caldera informó ayer de la cifra depurada y puso de manifiesto que la estimación de los servicios públicos de empleo sobrevalora los puestos realmente creados.

Despidos y jubilaciones

Esos empleos indefinidos -más de un millón- que no figuran en la Seguridad Social constituyen un grupo heterogéneo que incluye despidos -ordinarios o por expedientes de regulación de empleo-, jubilaciones, cambio de empresa, contratos a tiempo parcial -un solo cotizante fijo puede tener más de un empleo a media jornada-, abandono por enfermedad... Con los datos del ministerio no es posible discriminar qué porcentaje responde a despidos ni si esos empleados que salen del mercado son los mismos que han entrado por la reforma laboral por los incentivos al empleo estable que obtiene el empresario.

Las subvenciones a la contratación fija no están condicionadas a un periodo de permanencia en el puesto. La empresa se descuenta la bonificación por el trabajador que ha contratado (una media entre 800 y 1.000 euros anuales) en la cuota mensual que abona a la Seguridad Social. Luego puede despedirlo sin devolver las ayudas recibidas, pero no las recibirá de nuevo si decide contratar a otro candidato. Sólo le está permitido si es el empleado el que abandona el puesto o si el despido fue por causas objetivas. Por tanto, en los verdaderos puestos fijos al empresario le interesa mantener al mismo empleado y beneficiarse de la bonificación, que se prolonga durante cuatro años. Si la pretensión es ofrecer un empleo temporal, se puede tener la tentación de recurrir al contrato fijo (y al despido posterior) para beneficiarse de las ayudas. Los sindicatos no tienen la impresión de que se estén produciendo despidos masivos por esta vía, aunque han solicitado información al Ministerio de Trabajo.

Más allá de los datos sobre empleo indefinido, el paro reflejó en mayo un descenso de 49.893 personas respecto a abril. Ese volumen es inferior al de los años precedentes; desde 2002 se habían registrado cifras mejores en el mes de mayo, que es propicio para la reducción del desempleo. La creación de trabajo en los últimos años ha sido tan intensa y el número de demandantes mantiene tanto vigor que cada vez resulta más difícil adelgazar esas cifras. Con el descenso de mayo, el número de parados vuelve a bajar de los dos millones, algo que no ocurría desde octubre.

Los datos anuales contribuyen a sostener la tesis de que el modelo de crecimiento se está escorando hacia las actividades productivas. En la construcción aumenta el paro desde mayo de 2006, mientras que el sector industrial, deprimido en los últimos años, ve caer el paro el 5,4%. "El sector industrial es muy dinámico y está tomando el relevo a la construcción", analizó ayer Caldera.

Los datos de la Seguridad Social arrojan una cierta saturación de las nuevas altas en el arco mediterráneo, que ha recogido mucha inmigración en los últimos años, y en Madrid. El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, atribuye la desaceleración de Madrid a las elecciones, que han disparado la obra pública en los últimos meses y ahora se ha frenado. En la comunidad se han perdido "varios miles de empleos" por este motivo, según Granado.