Navarra se decide a tres bandas

Son la tercera fuerza política, pero los socialistas navarros se muestran decididos a presidir el Gobierno de la comunidad foral. Lo que todavía no han decidido es con quién formarían gobierno.

Sobre la mesa hay dos ofertas de pacto: una de Unión del Pueblo Navarro, la marca regional del PP que ha gobernado los últimos 12 años, y otra de la coalición nacionalista Nafarroa Bai (NaBai) e Izquierda Unida. La dirección del partido en Navarra se muestra a favor del cambio después de meses de campaña en la que los conservadores no han parado de acusarles de querer unir Navarra a Euskadi como cesión en el marco de las supuestas negociaciones con ETA. Pero, al mismo tiempo, sabe que un pacto con Nafarroa Bai permitiría al PP seguir utilizando la comunidad foral como arma electoral.

En la primera reunión de la comisión ejecutiva del PSN tras las elecciones, que tuvo lugar el pasado viernes, la mayoría de sus miembros hizo saber al candidato a la presidencia, Fernando Puras, y al secretario regional, Carlos Chivite, que eran partidarios del cambio en el Gobierno foral y se mostraron muy dolidos por la campaña de desprestigio lanzada por UPN-PP sobre la supuesta venta de Navarra a Euskadi por exigencia de ETA.

La vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ese mismo día que el futuro ejecutivo regional "trabajará para unir a los navarros entre sí y con el resto de España" y para alejar "los fantasmas de la división" en los que, según los socialistas, UPN-PP ha basado sus discursos.

En sólo una semana, UPN-PP ha pasado de calificar a Puras de "cómplice" de Zapatero, por permitir supuestamente la anexión de Navarra por Euskadi, a ofrecerle la vicepresidencia, la presidencia del Parlamento foral y otros altos cargos en las instituciones. El pacto tendría dos condiciones: que Miguel Sanz continúe como presidente y que Yolanda Barcina siga siendo alcaldesa de Pamplona con el apoyo del PSN. Pero los socialistas no parecen estimar esa propuesta.

En la última sesión de control en el Congreso de los Diputados, el líder del PP, Mariano Rajoy, preguntó al presidente del Gobierno su opinión sobre la oferta. Zapatero respondió que es "difícil pero no imposible" un acuerdo después de la campaña de difamación del PP en Madrid y UPN en Navarra contra los socialistas.

La segunda fuerza más representada en el Parlamento navarro tras los comicios del 27-M es la coalición nacionalista Nafarroa Bai (integrada por PNV, EA, Aralar y Batzarre). Su candidato a la presidencia, Patxi Zabaleta, desea pactar con los socialistas un Gobierno de izquierdas junto a IU e incluir en ese pacto el aplazamiento durante al menos este mandato de la consulta sobre la unión con Euskadi que los nacionalistas llevan en sus estatutos. La coalición quiere que ese acuerdo de gobierno tenga "reflejo en los ayuntamientos" en los que esas formaciones puedan gobernar conjuntamente, dando en cada uno de ellos la alcaldía al partido más votado.

De esa manera, la candidata de NaBai Uxue Barkos gobernaría la capital navarra. Pero es una posibilidad que los socialistas consideran casi imposible debido a que para su investidura, se necesitan los votos de los dos concejales de ANV (uno de los dos, ex parlamentaria foral de Euskal Herritarrok). Nafarroa Bai asegura que el PSN no tiene por qué recibir ningún apoyo de los radicales sino sólo dar su apoyo a la candidatura de Barkos, pero los socialistas no quieren votar junto al partido que Batasuna asume como propio en una votación tan significada como la elección de alcalde o alcaldesa.

Izquierda Unida también tiene la llave en algunos municipios.