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Reportaje:APUNTES

Un instituto al servicio de los pueblos

Joan Romero dirige la primera unidad interuniversitaria centrada en el desarrollo local

Es muy poco habitual encontrar experiencias de ámbito interuniversitario sólidamente consolidadas. El Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local (IIDL) de la Universitat de València y la Universidad Jaume I de Castellón podría ser un buen ejemplo. Hace tres años, ambas universidades crearon un instituto desde el que investigar, impartir docencia y ofrecer servicios al entorno económico y social, sobre una cuestión tan trascendental como los procesos de transformación que acontecen en la escala local y regional.

Se parte de tres ejes: la competitividad, la cohesión social y la gestión de recursos
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"La escala local se está convirtiendo en un ámbito de intervención preferente de cara a la mayor eficiencia de políticas públicas y actuaciones encaminadas a gestionar los procesos, con amplia incidencia en la calidad de vida de la población", argumenta el catedrático de Geografía de la Universitat de València Joan Romero, codirector del Instituto.

Su homóloga en Castellón, la catedrática de Economía, Ana María Fuertes, expresa que "el recorrido hasta la fecha no puede ser más satisfactorio". Con todo, ambos manifiestan sentir "cierto vértigo" por la singladura de este ambicioso proyecto y en particular Romero echa en falta una mayor cooperación entre universidades para sumar esfuerzos: "Las universidades tenemos potenciales humanos enormes y muchas veces no se utilizan adecuadamente porque en España está escasamente desarrollada la cultura sobre grupos de investigación". De ahí que el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local, aunque cabalgue incipientemente sobre dos universidades y casi cuarenta profesores, pergeñe a corto plazo integrar otras universidades e investigadores, sobre todo, de Alicante. "Como los institutos son estructuras abiertas y flexibles, la idea es caminar esperando", apostilla un siempre circunspecto Romero.

La polisemia del término desarrollo local conlleva que las investigaciones que acometen sus profesores tengan también un cariz plural: diagnósticos sobre municipios; estudios sobre el funcionamiento de un distrito económico; políticas alternativas sobre desalación de aguas... En definitiva, sus proyectos abarcan todo lo que atienda al desarrollo territorial en la escala regional en cualquiera de las tres vertientes: competitividad económica, cohesión social y gestión prudente de los recursos.

Los profesores se agrupan en tres grandes áreas de investigación: gobernanza territorial, ordenación del territorio y medioambiente, desarrollo local, y turismo y economía de la cultura. La producción científica de los profesores durante estos tres años es generosa: una quincena de proyectos, dirección de sendos trabajos de investigación, cerca de 30 artículos en revistas especializadas, participación en más de 60 congresos, una quincena de libros y más de medio centenar de capítulos. En el Instituto de Desarrollo Local se encuentran Raquel Agost, Pau Rausell, Josep Sorribes, Josep Vicent Boira, Julia Salom o Francesc Hernández Sancho, entre otros muchos investigadores.

El mecanismo por el que un profesor accede a un instituto no es demasiado complejo. La sede determina la adhesión del aspirante tras evaluar su trayectoria investigadora. Lo difícil, en cambio, es la creación del instituto en sí ya que la autorización la concede, tras una exigente evaluación, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

La docencia constituye el segundo pilar de un instituto que ha sabido aprovechar la puesta en marcha de los títulos oficiales de máster, siguiendo las directrices europeas, para conseguir certificar, a través también de un control externo: la Consejería de Universidad, dos programas de másteres que estaban desarrollando desde hace siete años. En toda la Comunidad Valenciana se aprobaron el año pasado poco más que un centenar de másteres oficiales, así que contar con dos, para una misma unidad de investigación, es un buen balance.

La tercera gran función del instituto consiste en ofrecer servicios al entorno económico y social en dos direcciones: a través de estudios y proyectos para entidades y organismos con las que se firman convenios y contratos; y la propuesta de cuestiones de frontera que favorezcan el debate público. En esta línea está prevista la organización de un congreso internacional para abordar la situación de las regiones industriales en crisis valencianas a través de la comparación con otros territorios europeos que han pasado por la misma tesitura.

De momento, la sede del instituto de ambas universidades se enclava en la propia facultad de Economía, aunque está previsto un edificio propio en la Universitat de València, que estará ubicado en la zona de expansión del campus de Tarongers, mientras que en Castellón se incorporará al edificio destinado a ser sede de todos los institutos universitarios.

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