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El Rey evoca en Hungría el espíritu de la Transición

El rey Juan Carlos puso ayer el espíritu de la Transición como referente esencial y ejemplo de convivencia en el discurso que pronunció ante el Parlamento húngaro en el curso de la tercera visita de Estado de los Reyes al país magiar para subrayar que también Hungría "ha recorrido con éxito un periodo de transición política y económica basado en el reconocimiento de las libertades y en el respeto a los derechos humanos". El rey evocó la figura del diplomático español en Budapest Ángel Santos Briz, que en 1944 logró salvar la vida de centenares de ciudadanos húngaros judíos sobre los que se cernía un trágico destino y recordó la generosa acogida de Hungría a ciudadanos españoles al término de la Segunda Guerra Mundial. Destacó de Hungría sus 13 premios Nobel, e incluso a los futbolistas Kubala y Puskas.

El primer ministro, Ferenc Gyurcsány, le contestó entusiasta, subrayando la buena cooperación entre ambos países con casi cinco mil millones de euros de inversión española en Hungría; aseguró que españoles y húngaros eran "parientes del alma" y comparó el lago Balatón con la Costa del Sol y el vino de Jerez con el Tokaji Aszú: "Compartimos el carácter abierto, el interés vivo, la espontaneidad, pero igualmente nos une la pasión por el sol, el buen vino y, obviamente, también por el fútbol".

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