El Gobierno y las diputaciones incumplen el plan de lucha contra el 'cáncer del pino'

El Gobierno vasco y las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa no están obligando a los propietarios forestales a la tala de las casi 420 hectáreas afectadas por el llamado cáncer del pino, un año después del decreto aprobado por el Ejecutivo central. En Guipúzcoa sí se han cortado pinos afectados por el hongo fusarium, pero esa madera no ha tenido el tratamiento exigido en la normativa estatal, según confirman fuentes del sector, y el Gobierno no ha fijado cuáles son las serrerías donde se debe tratar. El PP ha preguntado sobre estos aspectos al consejero de Agricultura.

Fuentes del sector forestalista han confirmado que, desde la aprobación del decreto, el 26 de mayo de 2006, en Vizcaya no se ha talado ninguna superficie afectada y, en consecuencia, no se ha tratado la madera contaminada por el fusarium. Este hongo causa la enfermedad del chancro retinoso, que afecta esencialmente al pino radiata o insignis, el más abundante en Euskadi. En Guipúzcoa, según las mismas fuentes, la madera de los pinos eliminados no ha tenido el tratamiento especial que fija el decreto. El Ministerio de Agricultura puso en marcha un plan de contención del cáncer del pino, localizado solamente en la cornisa cantábrica, cuya primera medida era la elaboración de un informe detallado de las superficie afectada en cada comunidad. En Euskadi, según los inventarios de las diputaciones, la superficie atacada era de 294 hectáreas en Guipúzcoa y 124 en Vizcaya.

Pero, aparte de este diagnóstico, presentado el pasado noviembre, el decreto obligaba a actualizar la información sobre zonas afectadas y se imponía la "destrucción de forma inmediata por el propietario [del material infectado] y bajo control oficial".

El pasado febrero, el PSE y el PP acusaron al consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Gonzalo Sáenz de Samaniego, de actuar tarde y mal. Ahora el PP, a través de su portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda, ha presentado una pregunta en la que pide información detallada. Quiere saber todas y cada una de las prospecciones que se han hecho, las talas que ya se han desarrollado, quién ha tratado y dónde la madera, o la lista de las empresas autorizadas a tratarla. Además, inquiere a Samaniego si se han detectado nuevos focos y, en su caso, si se han comunicado al Ministerio de Agricultura. Por último, pregunta por las inversiones realizadas para recuperar la superficie afectada y las indemnizaciones.

El triple de ayudas

Precisamente, las ayudas al sector ya fueron objeto de polémica durante la aprobación del los Presupuestos, ya que la partida nominativa para la Federación de Forestalistas pasó de 250.000 euros el pasado ejercicio a 750.000. Los socialistas presentaron una enmienda que no fue apoyada y el incremento de la ayuda directa se justificó precisamente en los daños que está sufriendo el sector. El PSE, que finalmente apoyó los presupuestos, justificó la enmienda para que las ayudas vayan en función de los daños que hayan tenido los productores y no de forma general. La pregunta de Barreda está claramente relacionada con la seguridad de su formación de que ha habido una la falta de actuación de las diputaciones y del propio Gobierno. Barreda recuerda las exigencias legales del decreto para erradicar la enfermedad, con sus medidas de acción y prevención.

Samaniego, que el pasado febrero se escudó en el respeto a las competencias forales para no dar mayores precisiones, aseguró entonces que siempre había ofrecido toda la información "oficial" que tenía. El Gobierno aprobó en aquellas fechas un decreto, acordado con las tres diputaciones, con medidas para controlar los movimientos de madera, su transporte, las empresas que la procesan y los sistemas de inspección, así como los sistemas de comunicación sanitaria y la puesta en marcha de una mesa sanitaria. Pero las actuaciones, según fuentes del sector, apenas se han producido. Hay una normativa, pero no se utiliza.

El PP cree que las 420 hectáreas declaradas contaminadas pueden haber aumentado por el granizo y los fuertes vientos del pasado año, y haberse extendido a una docena de municipios, todos ellos vizcaínos. El pino radiata ocupa 131.00 hectáreas forestales de Euskadi, de las que 72.674 están en Vizcaya. El consejero aseguró en febrero que la enfermedad está plenamente controlada y que solamente afecta al 0,03% de la superficie de los bosques vascos.