Los ganadores de las Olimpiadas de Física y Química, satisfechos con la experiencia

"Una experiencia muy bonita", en un ambiente más marcado por la diversión que por la competitividad. Así han descrito los ganadores de las Olimpiadas de Física y de Química su paso por el tradicional concurso, que organiza la Universidad País Vasco (UPV) cada año. Laura Fernández, del colegio Urdaneta (Loiu) ha sido la ganadora en la categoría de Química, y Miguel Querejeta, del instituto donostiarra Usandizaga, ha recibido el primer premio en Física. El joven, que también quedó segundo en las Olimpiadas de Matemáticas de la ESO, ha recibido la medalla de bronce en el concurso nacional. "Me hizo mucha ilusión, es un reconocimiento que no me esperaba", señala. En la categoría de Matemáticas ha resultado ganador, por segundo año consecutivo, Javier Goñi, quien ha preferido no hablar con la prensa. Los ganadores fueron homenajeados el pasado viernes y abogan porque se extienda a más materias.

Organizadas por el Decanato de la Facultad de Ciencia y Tecnología y varios de sus profesores, las Olimpiadas locales de Física, Química y Matemáticas, que se vienen celebrando desde hace 18, 20 y 43 años respectivamente, fueron la antesala de las nacionales. Los ganadores españoles conformarán el equipo olímpico que participará en las internacionales en verano. Las Olimpiadas consisten en una serie de pruebas, tipo test y problemas para resolver, y los tres seleccionados en cada categoría reciben un premio en metálico que para los ganadores es de 380 euros.

Por Internet

Fernández, que se apuntó animada por un profesor, y Querejeta, que conoció el concurso por Internet, atribuyen su logro a haber tenido suerte, aunque reconocen que siempre les ha gustado y han tenido especial capacidad para la física y la química. Además, les ha posibilitado conocer más la facultad, de la que destacan la calidad de sus instalaciones, aunque no será donde prosigan sus estudios. Fernández, hija de médico, estudiará Medicina en la UPV. Querejeta tiene clara su atracción a la física, por lo que se desplazará a Madrid, donde hay más especialidades, ya que en su Donostia natal no se oferta.

No se sienten especiales ni mejores, y coinciden en su pasión por el deporte: Querejeta, por el atletismo, mientras que Fernández es la única mujer de la liga de hockey sobre patines. Las Olimpiadas nacionales les permitieron conocer a cientos de jóvenes como ellos. "Me esperaba gente mucho más empollona, pero el ambiente era diverso y sano", subraya Querejeta. "La mayoría fuimos a pasarlo bien, sin presiones, aunque había quien iba a ganar", añade su compañera. Prefieren quedarse con esa experiencia personal que elucubrar sobre el peso que tendrá el premio en su futuro. Ambos abogan porque la universidad extienda la iniciativa a más materias. "Es una excelente idea que, además, sirve para motivar al alumnado", afirma Querejeta.