A la conquista de Baleares y Canarias
El PSOE buscará pactos para recuperar dos autonomías y duda si hacerlo también en Navarra
Las elecciones autonómicas del 27 de mayo dejaron mucha incertidumbre en el futuro de tres comunidades: Baleares, Navarra y Canarias. En estos territorios, el PSOE tiene posibilidades de recuperar el Gobierno perdido hace años si consigue convencer a otros partidos. El PP puede pasar a la oposición en dos de las tres comunidades y volver al Ejecutivo en la otra.
La dirección socialista tiene ideas y planes diferentes para cada una de ellas. De momento, el PSOE ha decidido lanzarse a la conquista de los acuerdos necesarios para recuperar Canarias, donde la candidatura encabezada por el ex ministro Juan Fernando López Aguilar se ha convertido en la fuerza más votada con una notable diferencia respecto a las dos formaciones que también pugnan por la presidencia de esa comunidad. Las dificultades se sospechan: Coalición Canaria, que preside la autonomía desde hace muchos años, querrá seguir manteniendo ese poder y sabe que sin su aportación, el PSOE no puede alcanzar la mayoría absoluta porque el PP no le prestará ni uno solo de sus votos. Pese a la complicación del empeño, los socialistas creen que hay algunas posibilidades de conseguirlo.
En Navarra, el panorama está lleno de obstáculos. A sólo diez meses de las elecciones, el PSOE tiene miedo de que un eventual acuerdo de gobierno con la coalición de partidos nacionalistas y de izquierdas Nafarroa Bai les pueda situar ante una nueva campaña del PP, que explicaría a su electorado que los socialistas pactan con aquellos que son partidarios de anexionar Navarra al País Vasco. Esa posibilidad les aterra y como mal menor barajan una situación en la que UPN, la marca electoral del PP en Navarra, podría mantener la presidencia como fuerza más votada aunque gobernaría en minoría.
La tercera opción es Baleares, cuya negociación es a varias bandas y, fundamentalmente, con Unió Mallorquina, el partido que ya dio a los socialistas el Gobierno en esa comunidad en 1999. Como ya se ha hecho una vez, los socialistas no descartan que su intento se salde con éxito aunque aclaran que ahora puede ser más complicado. La negociación incluiría otras dos instituciones: el Consell Insular de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.Tres comunidades autónomas que suman 3,6 millones de personas. Los gobiernos de Navarra, Baleares y Canarias están en suspenso ante el variado abanico de posibles pactos entre partidos. Y, a la hora de tomar posiciones, PP y PSOE no sólo van a tener en cuenta la tentación de conquistar o conservar esos gobiernos, sino las consecuencias políticas en el resto de España de cara a las elecciones generales de 2008.
NAVARRA Pendientes de las condiciones de Nafarroa Bai
El Partido Socialista de Navarra (PSN) tiene en sus manos obtener la presidencia de la Comunidad foral: lo hará si pacta con Nafarroa Bai, la gran triunfadora del 27-M, y con IU. Pero existe la posibilidad de que el PSN renuncie a eso y deje que UPN (marca navarra del PP) conserve la presidencia. De momento, el socialista Fernando Puras guarda silencio.
En la mañana de ayer, el presidente saliente y líder de UPN, Miguel Sanz, llamó a Puras por teléfono. "Ofrecemos un acuerdo al PSN-PSOE porque sus dirigentes han reiterado que creen en la Navarra del Amejoramiento integrada en la nación española", señala Sanz. Puras no da pistas. No descarta conversaciones con UPN. Se limita a decir que la sociedad navarra quiere un cambio "en la forma" de gobernar, y repite insistentemente la palabra "estabilidad" a la hora de calificar el gobierno que buscará su partido.
Puras reconoce que el perfil electoral de la nacionalista NaBai ha sido "bajo" y que, durante la campaña, ha puesto el acento en las políticas sociales. "Habrá que ver si mantienen esa línea", dice; porque "si lo ponen en el desarrollo de su proyecto nacionalista, habría dificultades muy grandes [para formar un gobierno entre nacionalistas y socialistas]", adelanta. El cabeza de lista de NaBai, Patxi Zabaleta, confirmó ayer los primeros contactos con dirigentes socialistas. Por la noche, en declaraciones a Radio Nacional, dijo que está "dispuesto a hablar" para ofrecer al PSOE la presidencia de Navarra. Zabaleta comparó el posible pacto con los que tienen los socialistas en Cataluña, Aragón y Galicia. Zabaleta aseguró también que su programa electoral "no contiene en absoluto" el objetivo de la independencia del País Vasco y Navarra.
Por su parte, UPN ha recibido los resultados de las elecciones con mucha tranquilidad. Demasiada, dicen algunos. Queda por aclarar qué ofrecerá Sanz al PSOE para compartir gobierno. Un socialismo contra el que UPN organizó la manifestación del 27 de marzo por las calles de Pamplona, pero al que pide ahora oxígeno para seguir ocupando el sillón de presidente.
Respecto al Ayuntamiento de Pamplona, UPN perdería el gobierno municipal si los socialistas aceptan pactar con Nafarroa Bai y con ANV, partido para el que Batasuna pidió el voto. Pero el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aclaró ayer: "En ningún caso pactaremos con ANV, porque tenemos posiciones políticas antagónicas".
BALEARES La minoría tiene la llave
El PP de Jaume Matas ha ganado en Baleares, pero sin mayoría absoluta en las instituciones clave, así que tiene muy difícil evitar que el PSOE intente reeditar los pactos multipartitos con la bisagra Unió Mallorquina (UM), minoría triunfadora en las urnas. Matas, eso sí, podría aspirar a gobernar en minoría, a falta de un escaño.
El color del poder en el Gobierno de Baleares, en Mallorca y en la capital Palma de Mallorca lo decidirá UM, grupo centrista con apenas 28.000 votos (el 6,7%). Esa minoría marcará el ritmo y los cauces del diálogo a derecha e izquierda, y no descarta ninguna hipótesis, hasta las alianzas a dos bandas. El partido mallorquinista ha abierto una falla en la mayoría geológica de los conservadores. Su líder, María Antònia Munar, administrará el juego de las tres llaves diferentes que le dan los tres escaños (de 59) en el Parlamento, los tres (de 33) en el Consell de Mallorca y los dos concejales (de 29) en Palma de Mallorca. Munar dijo que el PP la ha "ofendido" y que los electores "han castigado la corrupción y la prepotencia".
La presidenta de UM ha sido aliada de Matas y del PP en esta legislatura, y gobernó con la izquierda desde 1995 hasta 2003 en Mallorca. De manera determinante facilitó el Gobierno de progreso del socialista Francesc Antich de 1999-2003. Antich se postula ahora para presidir una nueva mayoría, y a favor de ese acuerdo se baraja el entendimiento del PSOE con el Gobierno de Rodríguez Zapatero para incrementar inversiones estatales. Contra esta opción están las reticencias de Munar de reeditar un pacto con las minorías "comunistas y verdes".
Por otra parte, el PP pierde el Consell de Ibiza, que pasa a manos del PSOE-Eivissa pel Canvi, y no recupera la capital. La izquierda ha crecido en Ibiza junto a las protestas contra las autovías, las expropiaciones de tierras y los macroproyectos turísticos.
CANARIAS Todos cortejarán a CC
La actitud que adopte la nacionalista Coalición Canaria (CC) ante las ofertas que reciba por parte del PSOE determinará si Juan Fernando López Aguilar es investido o no presidente. El complejo mapa político insular arrojó el domingo una histórica mayoría socialista, que obtuvo 26 diputados de un total de 60. CC tiene 19 y el PP 15. Estos datos pueden variar sensiblemente cuando dentro de ocho días se escruten los más de 40.000 votos procedentes de Venezuela.
Las posibilidades de López Aguilar son varias. Primero, puede convencer al nacionalista Paulino Rivero para formar Gobierno. Si no prosperara ese intento, también puede tratar de fragmentar el voto nacionalista y alcanzar pactos con formaciones insulares que integran CC en Fuerteventura, El Hierro y La Palma. Una tercera opción es pactar con los nacionalistas un Gobierno socialista en minoría hasta las elecciones generales y, tras éstas, que CC entre a formar parte de su Ejecutivo.
Sin embargo, Paulino Rivero ya anunció ayer mismo que, si fracasan las gestiones de López Aguilar, él mismo tomará la iniciativa de formar gobierno, para lo que cuenta con un socio fiel: el PP de José Manuel Soria. Nacionalistas y populares también se necesitan para mantener alcaldías en casi todas las islas y algunos cabildos insulares. Estos pactos locales no harían sino precipitar un acuerdo de Gobierno regional entre ambas formaciones. Por último, a Rivero y Soria, que durante la campaña aliaron su discurso contra el candidato socialista, les une su animadversión hacia López Aguilar y su agresiva dialéctica contra el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
Información elaborada por Mikel Muez, Andreu Manresa y Juan Manuel Pardellas.
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