Ferran Adrià y el padre de Jorge Manrique

Leo en La Vanguardia una entrevista informal entre el grupo musical Estopa y el cocinero Ferran Adrià en un especial sobre las elecciones -esa fiesta de la democracia- que vivimos ayer. En ella, uno de los hermanos Muñoz explica que no soporta a los que defraudan a Hacienda, porque eso significa menos hospitales, escuelas, etcétera. Y el cocinero contesta: "Por eso, quien diga que antes se vivía o se comía mejor se equivoca. Todo tiempo pasado fue peor. Vuestra música es mejor que la de antes".

Hombre, no es a mí a quien corresponde glosar las canciones de Estopa o los platos de El Bulli. Me falta ese nervio lírico, ese fervor poético y dulce de algunos de los encargados habituales del trabajo. (Y si no lo hago no es porque no me falten ganas de defraudar a Hacienda.) Yo comprendo muy bien que Adrià, tal vez harto de que todo el mundo cite ese verso de Jorge Manrique, "cualquier tiempo pasado fue mejor" haya decidido deconstruirlo y modernizarlo como tiene por costumbre en su cocina. Pero hay que entender que a Manrique se le había muerto el padre. Decir que la música de Estopa es mejor que la de antes y que ahora se come mejor que antes es un poco reduccionista. (Y no hablo del reduccionismo culinario, ya me perdonarán). No sé yo si Adrià se toma a él mismo de ejemplo de "lo que se come ahora", porque, en todo caso, sí que toma a Estopa como referente de la "música de ahora". Pero cuando dice "antes" ¿a qué se refiere? ¿A antes de que los tres vinieran al mundo? ¿A antes de que los tres se dedicaran a sus artes respectivos?

Que conste que a mí me aburren los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y que nada de lo que se hace ahora es bueno. Las veces que he asistido a la lectura de algun escritor que admiro, he podido ver entre el público a una clase de ser humano que siempre aborda al novelista para revelarle que él, "sintiéndolo mucho, no lee autores vivos", porque todo lo que se escribe ahora es malísimo. Naturalmente, le dice también que tiene una novela en la cabeza y que le gustaría escribir en un periódico, pero "tampoco lee a los columnistas vivos, porque todos están comprados". Pero añade que a él no le publicarían en ningún sitio porque él "sí que diría las verdades, no como otros". Y cuando el autor, aburrido, le pregunta cuáles son esas verdades, contesta que es mejor no decirlas (porque serían demasiado fuertes). Este señor, pues, no ha leído el reportaje sobre porno de Martin Amis, ni la estupenda biografía americana de Nabokov que ha publicado Brian Boyd y esperará a que muera Matt Groening para leer sus cómics.

Pero decir lo contrario, como Adrià, es igual de raro. "Se equivoca quien diga que antes se vivía o se comía mejor", afirma. No sé si habrá escuchado la música de antes, pero supongo que habrá comido la comida de antes. Como les decía, depende de lo que signifique antes y de lo que signifique ahora y de lo que signifique vivir y de lo que signifique comer. Si decimos que ahora se come y se vive mejor que en la posguerra española, es probable que tengamos razón, porque en la posguerra española escaseaban los alimentos (a pesar de que todavía no se deconstruía). Pero, precisamente, por poner el ejemplo más burro, creo que todos estaríamos de acuerdo en que los tomates de "antes" sabían mejor que los de "ahora" y que ahora comer una ensalada de tomate que sea buena en un restaurante se ha convertido en un lujo. ¿Es mejor la reinvención de la patata brava que ofrecen en algún restaurante de Barcelona que la patata brava de "antes"? ¿Es mejor un menú de El Bulli que un menú de sopa de lentejas, samosas, pollo al horno tandoor y pan de menta? ¿Que una escudella y carn d'olla? ¿Que los escamoles acompañados de margarita o cerveza? ¿Que las habas a la catalana? ¿Que el arroz a banda? ¿Que la girella? ¿Que el salmorejo? ¿Que el trinxat? ¿Que la feijoada acompañada de caipiriña? Y ¿por qué habríamos de elegir? ¿Por qué no podríamos quedarnos con lo bueno de antes y lo bueno de ahora? En cuanto a que la música de los carismáticos Estopa es mejor que la de antes, pues, como dirían los de La Caixa, "hablemos". ¿Que la de quién? ¿Que la del primer disco de David Bowie? ¿The Beatles? ¿George Harrison? ¿Janis Joplin? ¿Jeff Buckley? ¿Cecilia? ¿Junco? ¿Nirvana? ¿Pablo Abraira? ¿Guillermina Motta? ¿Mozart? ¿Luixy Toledo? ¿Bach? ¿La niña de los Peines?