El presidente de Ucrania ordena el envío de tropas leales a Kiev en plena crisis política
Yúshenko se reúne con su rival, el primer ministro Yanukóvich, para negociar una salida
El presidente de Ucrania, Víctor Yúshenko, y el primer ministro, Víctor Yanukóvich, prosiguieron ayer las conversaciones iniciadas la víspera para buscar una salida democrática a la crisis que paraliza las instituciones del Estado, mientras la división entre el bando presidencial y el gubernamental se dejaba sentir en las tropas del Ministerio del Interior. Mientras, unos 2.000 soldados del Ministerio del Interior al mando de un oficial fiel a Yúshenko se dirigieron ayer hacia Kiev en 82 vehículos, según el viceministro Mijailo Korniyenko.
Las conversaciones, en las que participaba también la líder de la oposición parlamentaria, Yulia Timoshenko, se desarrollaban de forma "constructiva", según una portavoz de esta última. El principal fin es llegar a un acuerdo de elecciones anticipadas para superar el estancamiento que marca la coexistencia entre los antiguos rivales. Yúshenko fue elegido presidente de Ucrania en diciembre de 2004 apoyado por la revolución naranja, el movimiento popular que obligó a anular las presidenciales ganadas de forma truculenta por Yanukóvich en noviembre de aquel año. Sin embargo, Regiones, el partido de Yanukóvich, venció en las Legislativas de 2006 y este político es hoy primer ministro con el respaldo de una coalición mayoritaria, mientras Yúshenko es un presidente con escasas funciones y un partido minoritario en el Parlamento.
Sobre los 2.000 soldados del Ministerio del Interior que se dirigieron ayer hacia Kiev, el viceministro Mijailo Korniyenko reconoció que este desplazamiento de efectivos había tenido lugar en contra de las órdenes del ministro. Sin embargo, los soldados no llegaron a Kiev porque fueron "parados en diferentes lugares", señaló. "Intentaremos explicarles que no es necesario venir a Kiev... esperemos que haya comprensión mutua", dijo Korniyen-ko, según la agencia Interfax. La agencia UNIAM informó de que en algunos casos han sido detenidos por la policía de tráfico.
El viernes Yúshenko firmó un decreto por el que subordinaba las tropas del Ministerio del Interior a su persona y las sustraía de las competencias del Gobierno. Sin embargo, el hecho de que los soldados, llamados a reforzar la vigilancia de los edificios públicos en Kiev, no llegaran a la capital significaba que la división entre presidencia y Gobierno afectaba también a los ministerios que poseen contingentes armados.
En Ucrania, el Ministerio del Interior posee efectivos de unos 40.000 hombres armados, sobre todo jóvenes que cumplen su servicio militar. Según la Constitución, el presidente de Ucrania es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y eso, según los defensores de la decisión de Yúshenko, le permite dirigir también el Ejército del Ministerio del Interior, aunque este departamento no figure entre aquellos que se someten directamente al jefe del Estado.
Observadores políticos en Kiev opinaban ayer que el juego de Yúshenko con los llamados "ministerios de fuerza" es sólo una forma de mejorar su posición negociadora. Sin embargo, la pregunta sobre si es posible una guerra civil en Ucrania es el tema central de las discusiones políticas y tertulias televisivas de Kiev. Los que se inclinan por el no argumentan que todas estas instituciones están internamente divididas como dividida está la clase política del país. Los analistas afirmaban que Yúshenko puede contar con la mayoría de las Fuerzas Armadas (pero no al 100%) y Yanukóvich con la mayoría de las tropas de Interior (pero tampoco al 100%). En público, los mandos militares aseguran que respetarán la legislación y por el momento se muestran sobrios.
Ayer, el jefe de las tropas del Interior, Alexandr Kijtenko, manifestó que "el pueblo de Ucrania puede estar seguro de que las tropas del Interior actuarán de acuerdo con la ley". Por su parte, el ministro del Interior, Vasili Tsushko, dijo que la institución que dirige no tiene ningún plan para provocar a quienes participan en mítines en la capital.
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